1.- Obligación de informar a la Delegación de Economía y Hacienda de la existencia de cuentas abandonadas. Las entidades bancarias deber informar a la Delegación de Economía y Hacienda de la existencia de cuentas abandonadas. La Ley de Patrimonio de las Administraciones Públicas recoge que el Estado se quedará con el dinero de las cuentas corrientes que no hayan registrado movimientos en las dos últimas décadas, y que tras notificación certificada al propietario no se haya obtenido respuesta.
2.- No es lo mismo una cuenta cancelada que abandonada. Mientras el titular de la cuenta no la cancele o no transcurran 20 años sin que se realice ningún movimiento, la entidad bancaria considera que la cuenta sigue estando operativa. “En ocasiones cerrar una cuenta bancaria puede suponer un quebradero de cabeza y conllevar diversas gestiones. Sin embargo, en la actualidad algunas entidades como Self Bank ya ofrecen a sus clientes la posibilidad de cerrar una cuenta anterior con un solo click gracias al servicio de portabilidad bancaria”, explica la responsable de Desarrollo de Contenidos, Productos y Servicios de Self Bank, Victoria Torre.
3.- Te pueden seguir cobrando comisiones. Dejar inactiva una cuenta y despreocuparse de ella no debería ser una norma habitual ya que es posible que nos llevemos una desagradable sorpresa. Si la cuenta tiene comisiones, la entidad seguirá cobrándolas periódicamente y mermando así el saldo existente. En ocasiones, al dejar inactiva la cuenta, con poco dinero, la entidad bancaria comienza a cobrar comisiones al no cumplir los requisitos estipulados.
4.- Reclamación de deuda. Si ha pasado mucho tiempo desde que dejamos de hacer gestiones con una de las cuentas corrientes y el banco ha cobrado comisiones durante este periodo, se puede dar el caso de que la entidad reclame al titular la cantidad correspondiente a las comisiones devengadas de mantenimiento.
5.- Descubiertos en la cuenta. Tras el transcurso del tiempo el cobro de las comisiones puede reducir el saldo bancario hasta dejarlo en números rojos. “En estos casos hay que tener en cuenta que la deuda con el banco puede incrementarse de forma considerable, según la política de cada entidad”, apuntan desde Self Bank.
6.- Destino para el dinero de las cuentas abandonadas. La cantidad recaudada por el Ministerio de Hacienda procedente de las cuentas abandonadas se destina desde 2015 a la financiación de programas de formación dirigidos a personas con discapacidad.
En definitiva, corresponde a la Administración General del Estado no solo el dinero procedente de las cuentas abandonas, sino también todos los bienes muebles depositados en entidades de crédito, agencias de valores, sociedades y otras entidades financieras, lo que suma un montante de 24,4 millones de euros.
Self Bank es el banco que busca empoderar a los clientes para que comiencen a tomar el control de la gestión de su dinero y les ofrece la independencia necesaria para que lo hagan del modo que ellos deseen. Ofrece una experiencia de cliente diferente y servicios de valor añadido para que sus clientes puedan gestionar sus finanzas a su manera de un modo fácil e intuitivo, a través de cualquier canal digital. Self Bank es un banco digital español participado por Boursorama, la filial on line del grupo Société Générale y uno de los principales actores en banca digital de Europa. Con más de 17 años de historia, el banco digital ofrece una amplia variedad de productos y servicios de ahorro y de inversión como cuenta nómina, tarjetas, cuentas de ahorro, Bolsa, CFDs o más de 2.500 fondos de inversión.