“La competitividad de un país dentro de unos años se va a medir sobre todo por el nivel de digitalización de las empresas y, por tanto, necesitamos que esas tecnologías habilitadoras, que componen lo que se llama la cuarta revolución industrial, estén presentes en nuestro día a día y destaquemos en ellas”, explica Teodoro García Egea, profesor asociado del Grado de Ingeniería de Telecomunicaciones de la UCAM, a propósito del blockchain. El sistema de pago del bitcoin, creado en el 2009 por Satoshi Nakamoto, se sustenta en la tecnología blockchain o sistema de bloques, que permite, sin intermediarios, la transferencia de datos digitales con una codificación muy sofisticada y que, en sus orígenes, generaba más confianza que los propios intermediarios en materia de seguridad.
“El blockchain es una nueva realidad tecnológica que permite a través de una tecnología distribuida, la posibilidad de dotar de una seguridad a todo un intercambio de información sin necesidad de terceros, sin necesidad de intermediarios. Es la propia comunidad la que garantiza la veracidad de la información que hay”, explica Jorge Villarino, profesor de Derecho de Internet sobre la tecnología blockchain.
“El blockchain permite hacer más eficiente lo que antes no se hacía de forma eficiente como son las transacciones internacionales, incluso las transacciones de valor o de bienes entre iguales sin necesidad de que un banco, por ejemplo, certifique su validez. Gestiona la autenticidad y la duplicidad de los nodos y gestionar la seguridad, impide el fraude y las falsificaciones”, aclara García Egea.
De este modo, el blockchain es una base de datos que registra bloques de información y los entrelaza para facilitar la recuperación de la información y verificar que no se ha modificado. En esta transferencia la información está distribuida en múltiples nodos independientes que la validan sin necesidad de que haya confianza entre ellas. El consenso entre todos ellos es lo que determina que una información sea cierta
Sobre la utilidad del blockchain Villarino asegura que “tiene muchas utilidades” aunque “la realidad es que el blockchain se está aplicando en determinados países en el ámbito de los registros de la propiedad, se está hablando de ello para las cadenas de suministros, para los contratos inteligentes, es decir, hay muchas aplicaciones a las que serán susceptibles de ser aplicada”.
En este sentido Íñigo Molero, asesor en comunicación de tecnología blockchain, coincide al afirmar que esta tecnología, a la que califica de “nueva revolución de Internet”, ha abierto un mundo de posibilidades. “Si Internet en sí mismo ha cambiado muchos de nuestros comportamientos, de las empresas, ha suscitado a industrias y negocios, blockchain puede hacer exactamente lo mismo. Estamos en esas fases tan incipientes que estamos todos compitiendo para ver quién puede traer a sus países toda esa tecnología y desarrollar el talento de las inversiones que se están dando”.