Otro dato destacable es que el 60% de los españoles no pide asesoría financiera antes de solicitar un crédito, ya que sus preferencias se relacionan más con la comodidad y la accesibilidad del mismo. Así, el 31% reconoce que se fija en la facilidad para solicitar el dinero, mientras que el 24% prioriza la rapidez. Además, el 26% tiene en cuenta la reputación de su proveedor antes de tomar la decisión.
La encuesta también refleja que, pese a la mejora económica, el 59% de la población destina entre el 10% y el 30% de sus ingresos para pagar sus deudas, una cifra que explica el aumento de la demanda de créditos al consumo que se ha registrado en los últimos años.
En palabras de Jorge Bardón, director general de IPF Digital España, “Estas cifras demuestran que en España queda mucho trabajo por hacer. El deber de las FinTech es ayudar a implantar una nueva cultura del crédito y compartir la responsabilidad con los ciudadanos para gestionar de una forma más eficiente las finanzas”.