Víctimas y verdugos, reescribir la historia

Todo asesino, criminal o ladrón, necesita de su coartada particular, de su excusa, incluso de su justificación del mal. La izquierda española en general, y muy particularmente el partido socialista, necesitan ajustar cuentas con la historia. Necesitan reescribirla y volver a exterminar a laminar al disidente, al discordante. No tuvieron bastante con haberlo intentado hace 80 años, ahora necesitan acabar con la memoria de los héroes y de las victimas que sufrieron su persecución, de todos aquellos que les hicieron frente.

Anulan juicios y sentencias, rehabilitan a asesinos y ponen en pie de igualdad a víctimas y verdugos. Nos hablan de una democracia en la que no creen, a la vez que nos imponen su visión de la historia y su modelo de sociedad. Los totalitarios del siglo XXI lo tapan todo con la palabra libertad. La izquierda española es una maquina de generar franquistas, una fabrica imparable de provocar discordias y tensiones. Ni creen, ni desean ningún tipo de reconciliación. Solo buscan ganar en los despachos lo que no pudieron hacer en el campo de batalla, en una guerra civil que ellos mismos provocaron y que ahora pretenden sean otros los responsables de su irresponsabilidad.

La guerra es cruel, y en la mayoría de las ocasiones, la guerra es absurda y estéril. Nuestra guerra civil fue cruel, pero no fue estéril. Con ella ganamos la libertad y la vida. Libertad que ahora algunos pretenden limitar, precisamente en nombre de la reconciliación. Que absurdo es todo esto. La reconciliación en España, empezó el mismo día que las izquierdas fueron derrotadas, el mismo día que con generosidad dejamos de ajustar cuentas. Ahora son los que perdieron, los culpables del inicio de la contienda, los que nos hablan de reconciliación, y para ello, nos exigen al resto, reneguemos de todos aquellos que nos libraron de su tiranía, y nos salvaron del exterminio.

Sostengo que hubo gente buena en ambos bandos, pero solo uno tenía razón, aquel que no se resigno a dejarse matar. Si la izquierda desea una autentica reconciliación, que no nos insulte, que no profane a nuestros héroes, a nuestros mártires. Que no nos impongan su verdad por decreto, y sobre todo que reconozcan que algo hicieron mal, que en algo se equivocaron. Que miles de personas fueron asesinadas, exterminadas y perseguidas por sus ideas religiosas y políticas. Sus leyes de revancha histórica solo conseguirán reverdecer viejas heridas y viejos rencores, pues ellos son los culpables de intentar acabar con la libertad. Que nadie piense que todo este proceso de imposición de la verdad por decreto no tendrá consecuencias, las tendrá y muy graves, pues el pueblo español no puede, no debe permanecer impasible ante el insulto y la humillación continuada, de aquellos que gracias a la reconciliación que ya tuvimos, la aprovechen ahora para ajustar sus cuentas particulares. La generosidad mostrada por todos hace 70 años, no puede ser utilizada para humillar a los que perdonaron a los culpables, a los que perdonaron a la izquierda por los crímenes cometidos.