Según los últimos estudios, aproximadamente la mitad de la población mundial sufrirá algún tipo de problema visual. De hecho, se habla de que la mitad de la población podría llegar a sufrir miopía para 2050. El uso de las pantallas, la falta de mirada habitual hacia el horizonte y el poco tiempo que se pasa al aire libre.
Uno de los colectivos más vulnerables, para los que el empleo de gafas de sol debería ser casi obligatorio son las personas con ojos claros, la cantidad de melanina en ellos es más baja, lo que se traduce en que su protección natural contra la luz solar es menor que la de las personas con ojos oscuros, por lo que el uso de gafas de sol durante los 365 días del año adquiere en este colectivo una importancia superlativa.
Además del anterior, otro de los colectivos más vulnerables y a la vez más olvidados son los niños, y es que no basta con proteger la piel del sol, proteger sus ojos es muy importante ya que son mucho más sensibles que los de los adultos. De hecho, desde tugafita.com advierten que “las consecuencias que los rayos UV pueden causar en los ojos de los niños son mucho más graves que en los adultos, esto se debe fundamentalmente a que los ojos de los niños todavía no han desarrollado ningún tipo de defensa contra esta radiación”.
Por lo tanto, queda claro, el uso de gafas de sol durante todo el año es una forma de prevención y de mejora de la salud ocular. Si a esto se suman las recomendaciones de pasar más tiempo al aire libre para tener una visión lejana, no tan cercana como los dispositivos móviles, descansar la vista durante veinte segundos mirando al infinito cuando se está en una oficina y contar con gafas que prevengan la incidencia de la luz ultra violeta, se puede tratar de mejorar la calidad y salud de uno de los sentidos que más se necesitan: la vista.