Asegúrate de que todo está homologado
Puede parecer obvio, pero a veces cuando hacemos alguna mejora en el coche, no nos paramos a pensar en que todo debe ajustarse a la normativa vigente. Algo tan sencillo en apariencia como el tintado de lunas debe hacerse siguiendo las pautas que marca la ley. De lo contrario, cuando llegue el momento de pasar la inspección técnica nos dirán que no la dan como válida si no se retira el tintado. De modo que es fundamental hacer todos los cambios dentro de los límites y con elementos homologados para no tener problemas más adelante.
Revisión de elementos fundamentales
Algunas de las tareas de mantenimiento más importantes tienen que ver con los fluidos que utiliza el coche para funcionar. Por ejemplo, hay que mirar el nivel de aceite y anticongelante, para que no haya fugas ni problemas de ningún tipo. En caso de que estén bajos, hay que rellenarlos y asegurarse de que no hay pérdidas, ya que habría que pasar por el taller antes de que haya una avería.
La batería es otro elemento clave para que el coche vaya bien. Aunque son similares a las que montan los coches electricos niños, no significa que se pueda tomar a la ligera, porque si no hay energía el coche no arranca. A veces la batería se agota por no usar demasiado el coche o tenerlo aparcado en la calle con mucho frío, con lo que no está de más hacer comprobaciones periódicas. Así evitarás la sorpresa de tener que coger el coche y encontrarte con que no arranca.
Los neumáticos son más que aire
La presión de los neumáticos debe revisarse cada mes para comprobar que está en un nivel óptimo. Así se puede mejorar el estado de los frenos e incluso el consumo. También hay que mirar cómo está la banda de rodadura, que no presente cortes ni grietas y que tenga una profundidad adecuada. Para saber cuándo es el momento de cambiarlos, los neumáticos suelen tener una marca que lo indica.
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Conduce sin sorpresas
Además de las sorpresas al volante, que se pueden evitar en parte con un buen mantenimiento y cuidado al conducir, para circular con tranquilidad es bueno saber que no tienes multas pendientes. Si tienes dudas sobre si un radar te ha cazado o algo por el estilo, los nervios pueden jugarte una mala pasada. Puedes saber si no hay nada pendiente en una página que te permite consultar multas por matrícula. Así podrás subirte al coche con toda tranquilidad y seguir disfrutando de la conducción sin darle vueltas a la cabeza.
Date una vuelta por el taller
Cuando el coche haya circulado 20000 kilómetros o una vez al año, lo que llegue antes, es importante que lleves el coche a hacerle una revisión y cambiar el aceite del motor. Estas operaciones periódicas son preventivas y te ayudan a cuidar del coche, evitando posibles averías debido al desgaste de algunos elementos. Si se nota que algo está a punto de fallar, es mucho más barato cambiarlo que esperar a que se rompa y que haya un problema mayor.
Si prestas atención es estos consejos, podrás disfrutar más tiempo de tu coche y además conducirás más seguro.
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