Sin embargo, con el tiempo, el Tratado INF empezó a experimentar tensiones internas. Se trata de las acciones de la Parte Estadounidense, que iban en contra de las obligaciones de EE.UU. en virtud de este acuerdo. En particular, los siguientes problemas en el contexto del Tratado vienen preocupando a la Parte Rusa desde hace tiempo.
Desde los principios de los años 2000, EE.UU. ha estado creando y utilizando vehículos aéreos no tripulados para resolver problemas comparables a los que, antes de 1987, se asignaban a misiles de alcance medio y corto. O sea, esos drones corresponden plenamente a la definición "misil de crucero de lanzamiento terrestre" contenido en el Tratado.
EE.UU. está llevando a cabo un despliegue terrestre en Europa de plataformas de lanzamiento universales Mk-41 con el pretexto de perseguir objetivos de la defensa antimisil. Desde 2015 estas plataformas se encuentran en el territorio de Rumanía, siendo parte integral de los complejos de “Aegis Ashore” y pronto pueden aparecer en Polonia. También se planea que similares sistemas puedan desplegarse en Asia, particularmente en Japón.
Contrariamente al Tratado INF, las mencionadas instalaciones permiten el empleo de combate de misiles de crucero de alcance medio “Tomahawk” y otras armas de ataque desde tierra. Esto es una violación directa del Tratado.
Ahora bien, EE.UU. culpó Rusia de la violación del Tratado, haciendo públicas sus afirmaciones completamente infundadas. Culpándonos de producir y realizar pruebas del misil de crucero basado en tierra (índice 9М729) con un alcance prohibido por el Tratado, los estadounidenses siguen negándose a argumentar su preocupación con hechos concretos. Por su parte hemos confirmado reiteradamente y con toda responsabilidad que los programas de misiles que está implementando Rusia se ajustan plenamente a nuestras obligaciones en virtud del Tratado INF.
Preocupa especialmente que bajo el pretexto infundado de "violaciones rusas" EE.UU. está lanzando cada vez más nuevos programas militares supuestamente en respuesta a los rusos, incluidos proyectos que tienen un potencial de destrucción del Tratado.
El 4 de diciembre de 2018, el Secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, declaró que si Rusia "no regresa al Tratado INF" en dos meses, Washington suspenderá la implementación del Tratado y comenzará el período de seis meses previsto para rescindirlo.
Rusia afirma haber hecho todo lo posible para salvar el Tratado. En repetidas ocasiones hemos tratado de llevar a los estadounidenses a una conversación profesional, ofrecido iniciativas concretas con el fin de encontrar soluciones para resolver reclamaciones mutuas. Mostrando buena voluntad, hemos adoptado medidas de transparencia sin precedentes que iban más allá de lo exigido por el Tratado incluida la organización el 23 de enero del a.c. en el Parque militar “Patriot” de unas muestras y un briefing informativo para agregados militares, acreditados en Rusia sobre el cohete ruso 9M729. Sin embargo, todos nuestros esfuerzos fueron ignorados o bloqueados por Estados Unidos. Desafortunadamente, su objetivo no era preservar el Tratado INF, sino deshacerse de las restricciones que imponía sobre el incremento del potencial misilístico estadounidense.
El 1 de febrero de 2019, el Presidente de los Estados Unidos Donald Trump declaró públicamente que Estados Unidos suspendía sus obligaciones en virtud del Tratado INF y comenzaba el proceso de retirada del mismo, que se completaría en seis meses si Rusia no regresa de manera verificable al cumplimiento del Tratado. Para hacer ello, como insisten en Washington, Rusia debe destruir todos los misiles 9M729 que fueron elegidos como pretexto para reclamaciones contra nosotros, sus plataformas de lanzamiento y equipos auxiliares. Los propios estadounidenses dicen que ya no se consideran obligados por los compromisos de este documento, es decir, pueden empezar abiertamente el desarrollo, la producción y el despliegue de armas prohibidas por el Tratado.
En relación con estas acciones de los estadounidenses dirigidas a acabar con el Tratado INF, el presidente ruso Vladímir Putin dijo el pasado 2 de febrero que nuestra respuesta sería simétrica, tanto en términos de suspender el cumplimiento de las obligaciones en virtud del Tratado, como en términos de realización de investigación y desarrollo (I + D). Al mismo tiempo, el jefe del Estado subrayó que en caso de poseer misiles de alcance medio y corto Rusia no los desplegará en Europa y otras regiones del mundo, hasta que allí se desplieguen similares armas estadounidenses.
Ante las nuevas amenazas creadas por Washington, naturalmente tomaremos medidas exhaustivas para garantizar nuestra propia seguridad. Sin embargo, si EE.UU. reconsidera su línea destructiva y vuelve a cumplir el Tratado INF, Rusia está abierta a un diálogo constructivo sobre el tema del Tratado y sobre todas las demás cuestiones de estabilidad estratégica basadas en el respeto mutuo y la recíproca consideración de los intereses de ambas partes.