Nada de estéticas dark, punk o góticas, los esmaltes negros rompen con todo y son ideales para marcar en un nail art o como contraste en una manicura pastel, nude o neón, como las que veremos este próximo verano. Algunas firmas incluyen este color tanto en tonos mate como glitter, capaces por si solos y con una única pasada de pincel, de crear efectos increíbles, también alternando distintos tonos del mismo, o con blancos y grises claros.
El negro tiene unas características especiales que no poseen todos los colores. Maribi Arnedo, de la firma sudafricana Bio Sculpture, nos lo explica: “Este color denota fuerza y seguridad, no todas las mujeres se atreven con él, y al mismo tiempo, nos hace muy femeninas, para nada es un tono agresivo o demasiado radical para lucir en nuestras uñas. Es elegante y atrevido, con mucha personalidad”.
Si una ventaja tiene el color negro sobre otros, es la de ser capaz de combinar prácticamente con todo: “Diariamente lo vemos en la calle y en clientas de cualquiera de nuestros dos salones, si bien hay quiénes prefieren mezclarlo y restarle importancia con otros colores o como parte de un nail art, añadiendo líneas o lunares blancos, brillo alternando mates, con corazones, medias uñas, etc…” – nos dice Dauri Jerez, de los centros Twentynails, que hace hincapié además, en no relacionarlo con determinadas estéticas exclusivamente: “Hay muchas mujeres ejecutivas que optan por el negro en sus uñas, al igual que para fiestas con vestidos de distintos colores, es una cuestión de gustos y de saber elegir aquel color que mejor nos siente en cada momento, sin ningún tipo de prejuicios”.
Andrés Martín, brand manager de la norteamericana ORLY, advierte sobre ciertos puntos: “Conviene dar siempre dos capas de negro y al final, aplicar un buen top coat para un brillo mayor, ya que este color tiende a opacar la luz. Antes de empezar la manicura, una base que proteja la uña es lo mejor, habiéndolas cortado y redondeado previamente, pues es la manera en que mejor lucen las uñas de color negro”.