El caso más llamativo de espantada bursátil fue el de Cepsa, que renunció a salir a la colocación de acciones a finales del pasado año. Tras el fiasco, ha vendido parte de su capital pero en una operación bilateral: hace una semana anunciaba la enajenación de alrededor del 40% de su capital al fondo de capital riesgo Carlyle. Así, los dueños de Cepsa han encontrado una alternativa al mercado de acciones en los cada vez más poderosos private equity que pueden, a decir de los expertos, explicar en parte la falta de estrenos en Bolsa.
La atonía del mercado primario no afecta solo a España. Un reciente informe de EY confirma que, en todo el mundo, durante el primer trimestre de 2019 se realizaron 199 Ofertas Públicas de Venta (OPV) de acciones por un total de 13.100 millones de dólares (11.586 millones de euros), lo que supone un descenso del 41% en el número de estrenos y del 74% en volumen de dinero recaudado. Este desplome del apetito por el parqué fue incluso mayor en Europa, donde solo hubo 23 OPV por 351 millones de dólares, frente a las 47 operaciones por valor de 14.720 millones del mismo trimestre del año pasado. Destaca un Reino Unido confuso por el Brexit, donde las salidas a Bolsa se hunden un 56% y su importe el 87%, dando lugar al peor primer trimestre desde 2013. Por su parte, la Bolsa española ha registrado siete salidas al MAB por un valor de tres millones de euros, según datos de la consultora PwC.