No sólo se trata de la importancia política del nombramiento del Señor Borrell, evidente reforzamiento de la imagen y el peso de España en el concierto comunitario, sino también de la elección de mi ex -compañera Iratxe García como Presidenta del segundo grupo más importante del Parlamento, el de socialistas y demócratas, siendo su coordinadora, su portavoz, su imagen, su cabeza visible y representativa. Un puesto de innegable presencia política, que recae en una española irreprochablemente europeísta.
Y todo ello es bueno para la marca España, el maltrecho prestigio de la democracia española, el respeto a España (que no nos tenemos nosotros mismos), el “soft power”, la capacidad negociadora de España y su prosperidad a futuro, etc…
Evidentemente, ahora tenemos que obtener que éste éxito a corto se consolide en beneficios a futuro, mayor prosperidad y libertad para europeos y españoles todos.
Aquí es dónde estamos a la expectativa en, al menos, dos aspectos de la gestión de mi ex compañero Borrell, persona brillante, más que preparada y capaz de los mejores resultados a nivel europeo, sin rivales. Pero reconozco preocupación por nuestros hermanos venezolanos. España, ahora con mucho más peso en ese tema, debe terminar de inclinar la balanza hacia la libertad de los venezolanos, la erradicación del totalitarismo y la restitución de sus derechos civiles. No es forzosamente la línea que ha seguido claramente el Señor Borrell. Y es curioso que cuanto más se aboga por “la solución pacífica”, más muertos y torturados hay en Venezuela.
Y, en segundo lugar, nos preocupa aquella afirmación en inglés, “urbe et orbe” y voluntaria, y organizada , según la cual el canciller del Reino de España, Borrell, proclamaba que Cataluña era una nación, contradiciendo nuestra Constitución. ¡Y la Cataluña española además! Despreciando lo que opinen los catalanes franceses. ¿Cómo va a lidiar ahora con problemas como el de Kosovo, Chipre, las minorías rusas en el báltico o húngaras en Rumanía…? Y , sobre todo, ¿ Cómo va a lidiar ahora con el Derecho español, europeo, internacional y el avance de los totalitarismos racisto/etnicistas en Europa? Lo seguiremos, pero con preocupación.