Por supuesto que en una situación de emergencia como la actual, lo más parecido a un estado de guerra, se debe ser disciplinado y, sobre todo solidario, y atender a lo primordial que es cumplir con todas las normas cívicas que van descubriendo los expertos (los no politizados). Es además el mejor momento para recuperar ese perdido valor esencial de las democracias que es la solidaridad (“Fraternité”), absolutamente destrozado por nuestro genial invento de las Autonomías como acto de Amor hacia nacionalistas y separatistas. Todo el respeto a las duras medidas, a los sacrificios, a las precauciones extremas no es, solo, para uno mismo, sino para preservar al otro, al vulnerable, al ser querido por otro, a nuestros compatriotas. Llevamos 40 años dormidos en eso, es el mejor momento de despertar. Con solidaridad, ganamos todos. Combatiendo la insolidaridad sin cuartel, ganamos mucho más.
Pero no sirva esta situación y sus prioridades para aparcar y dar vacaciones a la “política” en el sentido más amplio y noble de la palabra, como algunos defienden. Todo lo contrario, la cuarentena es un excelente momento con tiempo sereno para pensar la oportunidad que se abrirá cuando sea vencida la pandemia, que lo será, pero nada será igual…si somos inteligentes. De acuerdo en que no es momento de fragilizar la acción ni pedir responsabilidades, no sería beneficioso. Pero es el momento de sacar las lecciones evidentes, restallantes, y prepararse a utilizarlas en el futuro para rebotar hacia un futuro decente. Sugerimos cinco lecciones que no deben olvidarse:
A/ Votar o permitir llegar al poder a seres incompetentes y/o miserables, en determinados momentos históricos, puede hasta segar vidas. (Ya sucedió en Las Ramblas)
B/ La situación que se ha creado con el desarrollo del Estado de las Autonomías es peligrosamente disfuncional para el bien común. No se trata de plantear su liquidación, (imposible a corto y tal vez indeseable) pero sí su urgentísima reconducción, reforma y embridamiento. Es cuestión de supervivencia.
C/ El Estado actual del Estado Autonómico es un cáncer para la igualdad, solidaridad y prosperidad de los españoles independientemente del separatismo. Es prácticamente un problema técnico que cualquier economista conoce. El separatismo se suma a ello.
D/ La actitud de los dirigentes regionales de Vascongadas o Íbero Cataluña ante el Estado de alarma es un monumento al desprecio al bien común y a la insolidaridad. Un obsceno acto racista basado en la despreocupación total por sus compatriotas. ¡Basta ya! La democracia está en peligro.
E/ La monstruosidad, que ha impactado a Europa, de crear un Gobierno con aliados que se quieren cargar el sistema, la democracia y la Nación española, ha estallado y no puede seguir si no queremos que se lleve nuestra convivencia por delante.
Probablemente la única solución salvífica, que hemos reclamado estos últimos años, sea un Gobierno de salvación nacional…. sin presencia de nacionalistas, antes al contrario, pero sobre todo con políticos competentes, no sectarios, y muy, muy, muy experimentados. De Vacaciones nada, pongámonos a preparar la post crisis. Sobre todo los que no hayamos pasado por la LOGSE….
Si (
No(
A favor (
En contra (
