Añadido a los anuncios de la semana pasada, las compras de activos potenciales del BCE ahora ascienden a 1 billón de euros, o casi 100 mil millones de euros al mes en diciembre. Eso hace que este último programa mucho más alto que el anterior: como un recordatorio, QE en el pico de la crisis de la zona euro fue de 80 mil millones EUR mensuales. Y es un programa masivo de vista del balance de 2,6 billones de euros del banco central.
El BCE hará todo lo necesario dentro de su mandato para evitar la “fragmentación financiera”, un término utilizado por el economista jefe del BCE Philip Lane, la semana pasada y no escuchado desde 2011. El BCE quiere hacer todo lo posible para asegurar la correcta transmisión de la política monetaria, con estados periféricos en el foco.
Por consiguiente, el plan es impresionantemente flexible:
El método de asignación de las compras de valores del sector público sigue vigente, pero será flexible en las compras mensuales;
Los activos que puedan ser adquiridos incluyen, por primera vez, el papel comercial no financiera, como en el programa de la Fed. Esta es una poderosa herramienta para la correcta transmisión de la política monetaria a la economía real, ya que alivia la carga sobre las empresas;
No hay un objetivo en términos de distribución de compra fluye a través de las clases de activos: el BCE intervendrá cuando sea necesario;
El tamaño total de las compras de activos se puede aumentar;
Por último, estas compras incluirán la deuda soberana griega, que fue excluido de los programas de compra de bonos del BCE anteriores debido a su calidad crediticia ser considerado demasiado arriesgado.
Los mercados parecen haber escuchado el mensaje de esta mañana: el diferencial de la tasa de 10 años francesa bajó de + 60pb ayer a 42 de esta mañana, e Italia de 300 pb a 190bp.
Sin embargo, hay que mantener la cautela sobre las perspectivas de un endurecimiento estructural difusión, especialmente para Italia, el eslabón más débil en la zona euro eterna. Nuevos avisos del BCE sin duda proporcionan una red de seguridad para la zona euro y facilitar el acceso a los mercados de Estados periféricos. Sin embargo, los inversores podrían mirar a largo plazo, y en particular a la solvencia de los países en cuestión. En vista de la movilización general de los gobiernos y las medidas de apoyo anunciadas, las emisiones de deuda soberana serán considerables. Esperamos que al menos 350 mil millones en el gobierno emisión de bonos de la zona euro en 2020, en la parte superior de los programas ya anunciados. Con el apoyo del BCE, los mercados deben ser capaces de absorber estas cantidades masivas, pero al precio probable de la presión sobre las tasas. La cuestión de la monetización de la deuda pública se elevó más pronto o más tarde.