Emprender no es fácil en ningún momento, se trata de un trabajo que requiere de muchos sacrificios y esfuerzo. Sin embargo, la creatividad y el ingenio de las personas parece estimularse con mucha facilidad en los tiempos de crisis, lo que permite que surjan ideas y nuevos modelos de negocio que logran alcanzar el éxito de una forma mucho más sencilla durante los tiempos de crisis que en circunstancias más normales. Por lo que, determinar si vale la pena o no emprender durante ese período, depende mucho de lo que se desee comercializar.
Los momentos de crisis son los mejores para invertir
Durante el Estado de Alarma no solo se ha mantenido la iniciativa de los emprendedores por comenzar un nuevo negocio, sino que también se ha estimulado la creatividad para registrar nombres originales y ofrecer modelos de negocio que capturen la atención de los potenciales clientes. Tal es el caso de un grupo de tres españoles que han introducido ante las entidades competentes el registro de la marca Coronavirus para comercializar distintos tipos de productos, entre los que destacan bebidas alcohólicas, artículos de higiene personal, entre otros.
Aunque parezca absurdo comenzar un negocio en tiempos de crisis, muchos expertos en economía defienden que estas circunstancias son el mejor momento para invertir, ya que son períodos en los que surgen oportunidades extraordinarias a nivel económico y de mercado, que quien las sabe aprovechar tiene muchas probabilidades de alcanzar el éxito. Esto se puede evidenciar en el hecho de que el registro de marcas, patentes y modelos de utilidad no se ha frenado durante el Estado de Alarma, permitiendo que los nuevos inversionistas puedan lanzar al mercado nuevos productos y recursos que satisfagan las nuevas necesidades de las personas.
Los registros de propiedad industrial no se detienen en tiempos de Coronavirus
Como parece evidente, emprender en tiempos de crisis no es fácil, pero sí que representa muchas oportunidades si se saben detectar las nuevas necesidades del mercado. Además, ante una situación sin precedentes, como la del estado de confinamiento prolongado por la que hemos estado atravesando, estos nuevos emprendedores serán los encargados de impulsar nuevamente la economía del país, por lo que son piezas claves para la producción y la reactivación de las actividades. Es por ello por lo que el registro de patentes y marcas en Valencia se sigue llevando a cabo con regularidad, bajo un formato telemático que permite garantizar los servicios de una forma segura y eficiente.
En la página web de las empresas especializadas en todo lo relacionado al registro de patentes es posible encontrar toda la información de contacto, así como los requisitos para realizar un registro y la modalidad de trabajo que están utilizando. Todos los esfuerzos que realizan estos profesionales están enfocados en seguir ofreciendo los servicios que permitan acompañar a cada persona en el proceso de protección de su invención y en la iniciativa por comenzar un proyecto de emprendimiento.
Aspectos que impulsan el emprendimiento en tiempos de crisis
Desde el punto de vista económico se pueden detectar ciertos factores que hacen posible que el emprendimiento durante los tiempos de crisis resulte un hecho más común de lo que parece a primera impresión. La realidad es que se trata de una situación extraordinaria en la cual los paradigmas de consumo y los modelos de negocio cambian de forma repentina por factores externos que las empresas no pueden controlar. Esto implica que los negocios deben invertir tiempo y dinero en realizar los cambios necesarios para adaptarse a las nuevas circunstancias, lo que produce una disminución en la efectividad de la actividad comercial.
Se trata de un proceso en el que los niveles de competencia disminuyen, al mismo tiempo que surgen nuevas necesidades, lo que se convierte en la mezcla perfecta para los emprendedores que saben reconocer esta oportunidad de inversión y lanzan al mercado un servicio o producto que represente una alternativa efectiva durante el período de crisis. En este sentido algunos de los principales aspectos que podemos destacar son los que indicamos a continuación.
Surgen nuevas necesidades
Cuando cambian las dinámicas a las que estamos acostumbrados, surgen nuevas necesidades que requieren ser atendidas. Por ejemplo, para afrontar el período de confinamiento, las tiendas online y los servicios de entrega ‘delivery’ se han convertido en modalidades que dejaron de ser sinónimo de comodidad y comenzaron a significar necesidad. Por lo que, el registro de nuevas marcas capaces de ofrecer una alternativa ante esta necesidad emergente del mercado ha tenido un impacto inmediato en cuanto a la captación y recepción de los clientes. Este fenómeno se ha visto a lo largo de la historia en los distintos momentos de crisis, tanto a nivel nacional como internacional.
Aparecen nuevas invenciones para cubrir ciertas necesidades básicas
Uno de los principales aspectos que caracteriza a cualquier período de crisis es que se deja de disponer de los recursos esenciales que satisfacen las necesidades básicas de las personas, creando escasez de recursos y dificultad para conseguir ciertos suministros. Esto da pie a que personas que conozcan cómo operar en alguno de los sectores afectados, tengan la oportunidad de ofrecer un recurso nuevo que se convierta en una alternativa para sustituir los artículos que no se consiguen.
Para estos casos, en España existe la posibilidad de realizar un registro de utilidad mediante un procedimiento sencillo y rápido, en el cual, un emprendedor puede poner en el mercado una mejora o alternativa de algún producto que se pueda estar necesitando.
Las personas utilizan la creatividad para generar ingresos tras la inestabilidad laboral
Otra de los aspectos que vale la pena resaltar es la incertidumbre laboral que se genera en los períodos de dificultad económica. La reducción de personal en las empresas y el desempleo son unas de las consecuencias que más afecta a la población. El lado positivo es que, ante el instinto de supervivencia de la humanidad, estas situaciones estimulan la creatividad de las personas para crear nuevas fuentes de ingresos mediante un emprendimiento emergente.
Por lo que, determinar si vale la pena o no emprender durante un período de crisis, la respuesta es que todo depende de qué tipo de producto se desea ofrecer, porque para muchos las condiciones están dadas. Lo importante es identificar las necesidades de los consumidores, plantear un proyecto de negocio para evaluar la viabilidad y proceder con el registro de la patente.