De acuerdo con el actual mecanismo de fijación de precios, China ajustará los precios internos de los derivados del petróleo refinado cuando los precios internacionales del crudo se traduzcan en un cambio de más de 50 yuanes por tonelada para la gasolina y el diésel durante un período de diez días laborales, pero no lo hará si los precios internacionales se ubican por debajo del umbral de 40 dólares o por encima del techo de 130 dólares por barril.