Pero no solo eso, sino que tal y como indican desde
URDIFER, especialistas en carpintería metálica, calderería y lacados, “al hablar de carpintería metálica la mayoría de personas solo piensan en puertas, ventanas y mamparas , sin embargo, la carpintería metálica abarca mucho más que todo eso, siendo aplicable dicho término a todos los talleres que emplean metales para la fabricación de los mencionados anteriormente, pero también de cuadros eléctricos, armarios metálicos, rejas, pupitres, cerramientos y, en definitiva, estructuras metálicas en general”.
En la carpintería metálica se usan fundamentalmente tres materiales, cada uno de los cuales tiene unas aplicaciones distintas, a saber:
- Hierro: se emplea generalmente para la realización de cerramientos, rejas y barandillas, escaleras, puertas, vallas, mobiliario, decoración en forja y estructuras diversas.
- Acero inoxidable: cada vez más empleado en decoración, presenta tres acabados bien distintos, brillo, mate y satinado, que hacen que sea un material muy versátil, utilizado en mobiliario, mamparas, barandillas y escaleras, puertas, rejas y otras estructuras.
- Aluminio: es sin duda el elemento más empleado en el mundo de la carpintería metálica, dado que además de para la fabricación de cerramientos, puertas, ventanas, barandillas y mamparas, se emplea en techos, porches, toldos, estores y persianas, estructuras diversas, así como para las divisiones modulares.
“Para la realización de los trabajos es necesario contar con los medios productivos adecuados y con personal experimentado que sepa cómo utilizarlos correctamente. Entre los más usuales se encuentran las máquinas de corte con plasma, las plegadoras, las cizallas o las punzonadoras, por solo mencionar algunas”.
La carpintería metálica es, sin duda, un mundo por descubrir.