A la vez, en esa semana, se iniciaba una fenomenal campaña de blanqueamiento de lo que es ETA, en la que ya han participado, al menos, dos ministros y dos ministras. El adoctrinamiento filo terrorista desde las más altas Instituciones ha dado un salto cualitativo y cuantitativo importante desde aquella etapa en que la consigna era convencernos que habíamos derrotado a ETA. ¡Qué ironía! Ahora nos “co-gobierna”.
De las intervenciones legitimadoras de la alianza con Bildu nos basta una, por su inmenso carácter revelador, del Exmo Ministro, el maestro Ábalos. Ha dicho que en España no hay votos de primera, de segunda y tercera , sino que todos valen lo mismo a la hora de aprobar la Ley de Presupuestos. Es magnífico porque delata a la perfección la perversión instalada en España sobre el concepto de democracia, así como su burda utilización manipuladora. No olvidemos que el franquismo era “democracia orgánica” ni que en China se celebran elecciones a algún nivel muy, muy a menudo. La democracia es muchísimo más que un recuento (miren lo que pasa en USA) y un juego contable. Es compartir, muy río arriba de Partidos y luchas partidarias, unos valores esenciales y unos derechos ciudadanos sagrados resumidos en las palabras libertad, igualdad y fraternidad (o solidaridad) ENTRE CIUDADANOS. De estos tres nacen otros muy importantes como la seguridad conjunta y el patriotismo. Por eso los vencedores de la última gran guerra procedieron a la desnazificación, para que viviéramos los tres valores descritos, y a la vez. Por eso en el 75-78 España decidió abandonar el franquismo (falta absoluta de libertad ontológica). Y por eso ahora mismo no co-gobierna en Alemania la banda Baader-Meinschoff, ni las brigadas rojas en Italia, ni el ejército cero en Japón. Eran sus ETA’s y ni existen ya. Por lo tanto los votos, políticamente, que es lo que cuenta, no valen lo mismo ni ética ni democráticamente. La democracia es un sistema bonito pero muy frágil que debe protegerse muy mucho de sus enemigos interiores, y muy activamente, de los votos que quieren destruirla. Que sepamos sólo en España se les entrega el poder de Gobernar.
Pero es que, además, no existe sin un mínimo humanismo y sin una ética de la dignidad del bien común y del respeto a sus mártires. Cuando uno se da cuenta de que por un afán contable de mantenerse en el poder y por intereses puramente partidarios egoístas, no sólo se pervierte el espíritu de una democracia sino que se le entrega a quienes la combaten con un largo rastro sangriento de españoles asesinados, algunos grandísimos compañeros nuestros y que llevaban el mismo carné que hoy prostituye el Gobierno, uno se da cuenta que hemos llegado a la democracia del asco. Y ante la tímida y parsimoniosa reacción de la oposición cómplice., sencillamente, hemos llegado al asco.