No pensábamos que algunos de nuestros próceres patrios quisieran corroborar tan rápidamente nuestro modesto billete de la semana pasada en este mismo medio (“Saber leer” en la Verdad por delante del 22 de marzo). Pero, por lo menos, nuestro improbable Ministro de Universidades y un alcalde balear, nos han hecho el honor de reforzar nuestra hipótesis: estamos en manos, mayormente, de unos gobernantes de atrevida incultura e ignorancia enciclopédicas.
El primero, orondo hombre del mundo académico actual y “progresista”, confundió en discurso oficial al egregio autor de “La Regenta” con su hijo (el hijo del autor, decimos). Algo así como confundir al Greco con su hijo Juan Manuel. El segundo consideró a los almirantes Churruca y Gravina, franquistas, o los confundió con unos barcos, total que más da que murieran decenios antes del nacimiento de Franco. La incultura queda demostrada, o mejor dicho la falta de cultura necesaria para ocupar puestos de Gobierno. Pero además de chanzas e improperios, si analizamos los hechos, en este caso, la incultura indica claramente incompetencia. No estamos en el caso del Doctor Sánchez que, en histórica y ya antigua entrevista radiofónica, confundía la noble palabra española “retintín” con el noble perro “Rintintín”, sino que estos personajes de nuestros Gobiernos se basan en asesores nombrados a dedo para… ¡paliar su incultura! Es decir que se muestran incompetentes para nombrar y crear equipos con un mínimo nivel de competencia en lo suyo. Catastróficos gestores, digamos. El Señor Castells es profesor universitario. ¿Comprendemos mejor por qué la Universidad es una de las Instituciones más devastadas de España? Pues es el Exmo Ministro encargado de salvarla. Quede expuesto el peligro. (El Señor Castells es también miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y de la Academia Británica. A todo Señor, todo honor)
El caso del regidor municipal permite una vuelta de tuerca más. Este Señor ha reconocido su ignorancia (de “esa” parte de la Historia) sin darse cuenta de que con ello confesaba su terrible facilidad para tomar decisiones de gestión desde la ignorancia y la falta de nivel para medir el mal asesoramiento. Quede expuesto el peligro.
Estos dos Señores son, no lo dudamos, excelentes personas probablemente dotados de las mejores intenciones dentro de su propia ética. Tampoco son representantes de una ideología o de un Partido (el Señor Castells, por ejemplo, es independiente a macha martillo). Se han dado anécdotas similares en afiliados a casi todos los Partidos, sólo que no la semana pasada. Son representantes de una clase de dirigentes, muchos víctimas de la LOGSE, (no Castells), que tienen altísimas responsabilidades de gestión que influyen en la vida, prosperidad,libertad y seguridad de las personas, pero nula capacidad para ejercerlas. Hoy en día son legión. Y ese es el peligro. Están en el sitio equivocado en el momento más equivocado (para el bien común).