La moneda única operó ayer con tono mixto, revirtiendo las ganancias intra-diarias y cerrando el día prácticamente en plano. La publicación de los datos de sentimiento IFO alemán reforzó la noción de creciente optimismo, con un avance del indicador de 102,9 a 104. La relajación de las restricciones y el avance en materia de vacunaciones en la Eurozona son un buen augurio para la recuperación económica y se están traduciendo en una mejora de la confianza de los consumidores y las empresas. No obstante, esta mañana los medios reportan que la canciller alemana Angela Merkel y el mandatario francés Emmanuel Macron señalaron un potencial recrudecimiento de las medidas de bloqueo a los viajes internacionales en vísperas de la temporada de verano, mientras critican a Grecia y otros países dependientes del turismo por la apertura más laxa de sus fronteras. Aunque la moneda única ha recuperado terreno perdido frente al dólar la semana pasada, la divisa continúa navegando con poco impulso contra la dinámica más general del billete verde. Las noticias sobre el acuerdo preliminar de los planes de estímulo en EE.UU. podría derramar cierto optimismo sobre monedas procíclicas como el euro en un entorno más distendido de riesgos.
El billete verde operó con una narrativa débil en la jornada de ayer, con el índice DXY cerrando marginalmente en negativo y el dólar exhibiendo pérdidas más amplias en la cesta de monedas emergentes. La dinámica central de la divisa estuvo dominada por las cifras de reclamaciones por desempleo, que dieron una medida de la recuperación moderada del mercado laboral en el corto plazo. La semana pasada se añadieron unas 411 mil nuevas solicitudes por desempleo, de 418 mil la semana previa, pero más de las 380 mil estimadas por el consenso de expertos encuestados por Bloomberg. Esta lenta reducción de las reclamaciones del paro se añade a la impresión de que las nóminas no agrícolas incorporadas en el mes de junio podrían decepcionar las previsiones, algo que ha sucedido también en los dos meses anteriores. Con la publicación de las nóminas no agrícolas prevista para la próxima semana, los mercados se centran ahora en los nuevos planes de estímulo fiscal en materia de infraestructura. Biden llegó a un acuerdo bipartidista tentativo con los senadores para un plan de infraestructura de $579 mil millones que ayudará a crear millones de empleos. Esa noticia envió a las acciones de Estados Unidos a nuevos máximos, lo que refuerza la sensación de optimismo de que la recuperación de la economía seguirá avanzando.
Ayer fue otra sesión de pérdidas para la libra, motivadas en esta ocasión por la presentación del Banco de Inglaterra, que mostró una postura más moderada de lo que los mercados esperaban. Las revisiones favorables tanto de la actividad económica a corto plazo como de las proyecciones de inflación no se tradujeron en un giro más agresivo del Banco en su diseño de política, imprimiendo un tono “dovish” al margen. El Banco no hizo referencia a algún ajuste previsible de la política monetaria en el corto plazo, señalando a los mercados que el listón para una normalización anticipada sigue siendo alto. Esto contrasta con la Reserva Federal, que si señaló una posible subida de los tipos antes de lo previsto debido a una convergencia más acelerada a los objetivos de política de la institución. Si bien la libra aún cotiza por encima de los mínimos de la semana pasada, aún tiene dificultad para recuperar sus niveles previos a la presentación de la Fed.
Banxico sorprendió ayer a los mercados con una subida inesperada de los tipos de interés de 25 puntos básicos, para una tasa de referencia de 4,25% actualmente. La decisión estuvo muy divida, con una votación de 3-2 a favor de la subida. Si bien Banxico destacó que las recientes presiones inflacionarias deberán ser de carácter transitorio, el giro de la política monetaria busca prevenir la formación de espirales inflacionarias y el deterioro de las expectativas de inflación. La cifra general actual, en 5,89%, rebasa ampliamente el rango de tolerancia de Banxico, entre 2% y 4%, y las encuestas de expectativas apuntan hacia el límite superior del rango en el horizonte de 1 a 4 años. En las nuevas proyecciones presentadas ayer, Banxico prevé que la convergencia hacia el objetivo medio de inflación de 3% será alcanzada en el tercer trimestre del 2022; un objetivo previsto para el trimestre previo en el Reporte Trimestral de Inflación publicado apenas a inicios de junio. Si bien el Banco no ha señalado subidas sucesivas de los tipos de interés en el corto plazo, tampoco descarta la opción, mientras mantiene un estricto monitoreo de la evolución de la economía en la etapa de recuperación de la pandemia. El anuncio sorpresivo de Banxico inyecta un sólido repunte al peso, que recupera una barrera clave frente al dólar y opera en máximos de 15 meses frente al euro.