El euro no ha podido escapar a las subidas del dólar ponderado de antes de la publicación del dato fundamental de salarios no agrícolas, aunque demostró en la sesión de ayer que puede tener un comportamiento mejor que el resto de divisas del G10. El jueves, el miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo y presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, declaró que él apoya el objetivo de una inflación simétrica del 2% para el medio plazo y mostró su escepticismo con respecto a tolerar un exceso de inflación, remarcando su postura habitual en la línea dura. Sus comentarios aumentaron la importancia de las declaraciones de Christine Lagarde, que llevan por título: «¿Qué hemos aprendido en 2020?». Su comparecencia se produce tras el anuncio de última hora de que el BCE mantendrá una reunión especial sobre estrategia la próxima semana. Esta reunión sorpresa apunta a que los reguladores están deseando cerrar la revisión actual de la estrategia del BCE, que se inició en enero de 2020, antes de la reunión de septiembre en la que hay que decidir sobre la próxima orientación de las compras del programa de emergencia de la pandemia, y antes del foro anual de Sintra previsto para el 28 y 29 de septiembre.
La sesión fue de una única dirección para la libra, con el par GBPUSD cayendo otro 0,47% para llegar a unos mínimos que no se veían desde el 16 de abril. Los comentarios de ayer de Andrew Bailey en un evento celebrado en Mansion House estuvieron en su mayoría en línea con las últimas declaraciones sobre políticas monetarias y las actas de las reuniones. Así, el gobernador declaró que el Banco de Inglaterra aplicará instrumentos de políticas monetarias si se demuestra la persistencia de la inflación. Al no haber novedades en estos comentarios, la atención pasó al dato definitivo del PMI de manufacturas de junio. La revisión a la baja del 64,2 al 63,9 siguió enturbiando las expectativas sobre la libra. Si el indicador compuesto definitivo y el PMI de servicios también se revisan a la baja, probablemente desaparezca el optimismo sobre la economía y se seguirá notando su efecto sobre la libra. La publicación ayer de los datos económicos en tiempo real de la ONS tampoco ayudó a la libra. La publicación de este dato mostró que el gasto en tarjetas de crédito y débito sigue estando por debajo de los niveles anteriores a la pandemia, mientras que las reservas de mesas para cenar también han comenzado a moderarse. Al ir madurando la recuperación, los datos irán siendo menos impresionantes para la libra y empezarán a plantear dudas para los que apuestan por una libra al alza. Con el dólar reforzándose una vez más esta mañana, la libra sigue a la defensiva, con pocos datos macroeconómicos en la agenda.
USD
El dólar volvió a subir al ampliar los mercados el recorrido alcista del billete verde. Los mercados de valores estadounidenses alcanzaron nuevos niveles de récord, mientras que incluso las divisas más ligadas al petróleo tuvieron problemas para mantenerse firmes ante el dólar pese a que el crudo WTI alcanzó sus niveles más altos en tres años, en 76,22 $. Los datos de ayer de Estados Unidos mostraron de nuevo una ligera subida de las peticiones de desempleo, contrarrestada en gran parte por la caída en el dato de las peticiones iniciales de desempleo. Mientras tanto, el índice de manufacturas de ISM se moderó también, aunque el índice sobre precios pagados subió del 88,0 a 92,1 en junio. Lo que resalta la continuidad de las presiones sobre la inflación de los insumos, alimentando los temores de que la subida de los precios en Estados Unidos podría ser más persistente de lo que se pensaba al principio. Sin embargo, para el dólar, lo que importa es el día de hoy. Tras el cambio a unas posiciones más duras de la Fed de principios de junio, los mercados prestarán más atención a los primeros datos sobre el mercado laboral estadounidense que salen desde entonces. Tras sugerir la Fed que se siente más cómoda con una subida de tipos dadas las expectativas de inflación, ahora lo importante es ver la fortaleza de la recuperación del mercado laboral antes del 2023. Cualquier signo de fuerte mejora en los datos de hoy servirá para alimentar las expectativas de que se adelanten las subidas de la Fed y para que se pida que anuncie los planes de reducción de las políticas de expansión cuantitativa durante el T3. Ahora mismo las previsiones para el dato de salarios no agrícolas se sitúan en los 720.000 empleos.
Hacia el final de la jornada el dólar canadiense caía con el petróleo. A primera hora de la mañana, los futuros sobre el crudo en EE. UU. subieron por encima de los 76 $ por primera vez desde octubre de 2018 al haber señales de que la fumata blanca en las reuniones de la OPEP+ era inminente, con los rumores apuntando a un inminente incremento de la oferta mensual en 400.000 barriles diarios. Pese a estos rumores, el anuncio oficial se ha retrasado hasta hoy para poder resolver las discrepancias planteadas a última hora por Emiratos Árabes Unidos. Los EAU rechazaron en el último minuto la propuesta de acuerdo de 400.000 barriles, provocando un enfrentamiento con el resto del cártel, lo que, según un delegado, podría llevar a que finalmente la alianza no incremente la producción. Si el acuerdo se retrasa, se estrecharía aún más un mercado ya muy ajustado, incrementando el riesgo de subida de las presiones inflacionistas, lo que a su vez frenaría la demanda a medio plazo al combinarse el aumento de la inflación con unos tipos de interés más altos. De momento los mercados se quedan en el limbo hasta que se anuncien novedades tras la reunión de hoy. La decisión con respecto a la producción de crudo y el dato sobre salarios no agrícolas en EE. UU. son los principales indicadores en los que se fijarán hoy los operadores en dólares canadienses, que se reincorporan tras celebrar ayer el Día de Canadá.