En este sentido, antes de contar detalles sobre los divorcios cuando se tienen vástagos, es muy importante conocer esas diferencias principales entre ambos casos. Así, lo primero que hay que decir es que, cuando se habla de separación, se está haciendo referencia a un proceso a través el cual, ambas personas deciden no continuar con la convivencia; no obstante, no se rompe el vínculo matrimonial formalmente, cosa que sí se hace con el divorcio.
Si bien es cierto, en la actualidad, la mayoría de personas se decanta por llevar a cabo un divorcio con hijos, debido a que se trata de un procedimiento que puede llegar a tener más ventajas legales. En cualquier caso, para iniciar este trámite, es muy importante conocer con todo detalle qué pasos hay que dar y, sobre todo, qué hay que tener en cuenta para ello.
Elementos esenciales a tener en cuenta en este tipo de divorcios
Para llevar a cabo un proceso de divorcio con hijos, es esencial que se tengan en cuenta dos aspectos muy importantes. Así, lo primero que hay que mencionar, es el bienestar de los pequeños, puesto que, en muchas ocasiones, si no se llega a un buen entendimiento, es habitual que los hijos se utilicen como “moneda de cambio”, pudiendo así dañarlos, ya que se suele olvidar que cuentan con derechos legítimos.
Y, por otro lado, también es muy importante el llevar a cabo este tipo de trámites con abogados especialistas en la materia, puesto que el desconocimiento del proceso puede conllevar a cargas emocionales innecesarias o situaciones realmente dolorosas y desagradables.
Varias vías de ejecución
Cuando se produce un divorcio cuando los hijos son menores, una de las cosas que hay que saber es que siempre, va a intervenir en el proceso el Ministerio Fiscal, ya que se trata del organismo que se encarga de velar por los derechos e intereses de los hijos. De esta forma, lo habitual en estos casos es que el procedimiento se resuelva en los tribunales, pudiendo elegir para ello entre dos vías.
Mutuo acuerdo
Se llama así, porque las dos partes implicadas llegan a un consenso o acuerdo en relación con su separación y, sobre todo, con la custodia de los menores y reparto de bienes. De esta forma, además de presentar la demanda correspondiente, también se redactará un convenio regulador, con todas las medidas legales necesarias que no sean perjudiciales para ninguna de las partes.
Contencioso
Un divorcio por lo contencioso es algo más complicado, ya que en estos casos, nunca se llega a un acuerdo entre las dos partes. De esta forma, habrá que celebrar una vista con el juez que será, finalmente, el que dictamine una sentencia y establezca el régimen de separación.
A pesar de que hay dos vías de ejecución de este tipo de divorcios, hay que decir que, en ambos casos, el discurso de los menores es muy importante, teniendo en cuenta que solo es relevante si son menores de edad, pero que sean mayores de 12 años.
Qué se establece en el convenio o en la sentencia
Como ya se ha mencionado, al haber dos vías de ejecución para estos divorcios, también habrá dos soluciones. O bien el convenio, o bien, la sentencia judicial. En cualquiera de los casos, los documentos oficiales establecerán ciertas medidas que deben ser de obligado cumplimiento.
Así, se establece la educación, el cuidado, la estancia y comunicación de los hijos. También la atribución de la vivienda familiar y el uso de la misma o la contribución en lo que se refiere a las cargas del matrimonio. De igual modo, se dictamina la liquidación del régimen económico y las diferentes pensiones que puede haber.