Aunque la economía y el amor puedan parecer conceptos inconexos, si uno se para a pensar, salen a la luz similitudes. Por ejemplo, cuando se realiza una inversión se espera el máximo beneficio, igual que cuando se comienza una relación. Encontrar a la persona con la que compartir la vida no es tarea fácil y, mucho menos, rápida. El tiempo, nuestro bien más preciado, se ve constantemente devorado por obligaciones diarias que acaban por aniquilar cualquier atisbo de vida social, tan importante para encontrar el amor. En los últimos años, con el auge de las redes sociales, las extenuantes jornadas laborales y las innumerables aplicaciones móviles para encontrar pareja o relaciones esporádicas, se ha propiciado que cada vez sea más complicado dar con un compañero de vida adecuado. Esto sucede con mayor frecuencia si cabe en personas que ostentan altos cargos ejecutivos, directivos y empresarios, que carecen del tiempo necesario para un nuevo “prueba y error” y que, además, velan estrictamente por su privacidad. Verónica Alcanda, experta en RRHH y CEO de Alcanda Matchmaking, el servicio personal, exclusivo y privado de Matchmaking que emplea el patentado método Head Hunting Sentimental para encontrar a la persona adecuada con quien vivir una vida plena, por medio de su amplio expertise, ha desarrollado la teoría de las 10 reglas de la economía para saber reconocer a aquella persona que sea la indicada para construir un futuro en pareja.
A la hora de embarcarse en la búsqueda de una pareja estable en la actualidad hay que tener presentes 2 conceptos fundamentales: la diferenciación y la demostración de valores.
Regla 1ª: Ante un mercado de “commodities”, es importante diferenciarse y destacar sobre el resto de personas que se encuentran buscando el mismo objetivo. Los demás deben percibirte como una persona que ofrece un valor añadido muy difícil de conseguir.
Regla 2ª: demora tu pay-back, es decir, a pesar de que el sexo en la primera cita está a la orden del día, a veces también es recomendable esperar un poco si realmente se quiere conocer a una persona o si creemos que puede ser una pareja estable. Ir desvelando información sobre nosotros poco a poco demora tu pay-back y tu valor incrementa (vuelta a la regla nº 1).
Regla 3ª: piensa los riesgos que estás dispuesto a correr antes de invertir en una relación y estudia el retorno que te puede traer el placer momentáneo (alta volatilidad) en comparación con esperar a ir conociendo a una persona poco a poco. En otras palabras, obtienes una “inversión sin riesgo o con riesgo controlado”.
Regla 4ª: Diversifica tu portafolio. Este punto depende mucho de la personalidad de cada uno, pero en el amor como en la economía, para comprobar si una inversión es segura, se deben adoptar diferentes niveles de riesgo y comprobar cuál te funciona mejor. Si aquellas personas con las que tomas mayor riesgo no ofrecen el retorno esperado, siempre quedarán aquellas con menor riesgo pero mayor garantía.
Regla 5ª: Obtendrás mayor ROI si sacrificas liquidez. Como en una cuenta bancaria, en donde si mantienes tu dinero a plazo fijo durante un largo periodo de tiempo (menos liquidez actual) mayor interés recibirás, lo mismo ocurre en una relación de pareja, en donde si sacrificas algunas cosas como la “libertad de actuación”, mejor será la relación a largo plazo. ¡Hay que sacrificar para ganar!
Regla 6ª: Auto-depreciación es una señal en el Mercado de tu valor futuro. La humildad es importante, deben ser los demás quienes descubran tu verdadero valor. Cuando alguien parece demasiado bueno para ser verdad, es porque probablemente no lo es.
Regla 7ª: Fija tu segunda mejor opción. Normalmente siempre nos fijamos en las personas más atractivas pero si este perfil no está ofreciendo buenos resultados, quizá es momento de poner el foco en otros atributos como la inteligencia o el sentido del humor. Esto en el fondo te dará mayor retorno pues, como todos sabemos, la apariencia se sobrevalora en el presente pero se deprecia con el tiempo mientras que con la bondad, generosidad, amabilidad, o cualquier otro rasgo de la personalidad, pasa justo lo contrario.
Regla 8ª: al evaluar una relación, ignorar los costos hundidos y piensa en los costos de oportunidad. En el ámbito de la economía, y la toma de decisiones de negocios, se denomina costo hundido a aquellos costes retrospectivos, que han sido incurridos en el pasado y que no pueden ser recuperados. Por tanto, no es recomendable estar con alguien simplemente porque en su momento te hizo feliz. Debes pensar en el coste de oportunidad, es decir, en lo que puedes perder si te quedas con una persona que no te hace feliz en detrimento de conocer a una futura persona que sí puede hacerlo.
Regla 9ª: incrementa tu poder de negociación. El poder de negociación es la capacidad relativa de las partes en una situación de ejercer influencia sobre la otra. Si ambas partes están en una posición de igualdad, ambos tendrán el mismo poder de negociación, como en un mercado perfectamente competitivo, o entre un monopolio y monopsonio igualado. Aumenta tu poder de negociación demostrando que si no acepta tus condiciones, no tienes miedo a perder porque te cotizas a la alta (vuelta a la regla nº 1).
Regla 10ª: utiliza un broker (intermediario). Si al final nada de esto te convence; eres demasiado tímido, o tímida; no estás desacuerdo con las nuevas reglas del juego; o simplemente no tienes tiempo para invertirlo en la búsqueda de tu pareja ideal, busca un intermediario que lo haga por ti, un broker. Alguien que está acostumbrado a trabajar en este entorno, que sea objetivo, discreto y profesional con quien te sientas cómodo para poder delegar esta importante, pero a la vez, personal tarea que es la búsqueda de tu “pareja ideal” y Alcanda Matchmaking puede hacerlo por ti.