Del mismo modo, a menudo es sumamente difícil recuperarse de un ataque. Es posible que departamentos enteros de TI deban pasar meses o incluso años para conseguirlo. De hecho, recuperarse de los ataques de este calibre sufridos el pasado año, cuesta de media 10.843 euros a las empresas en España (Hiscox).
Seguridad por capas
Los hackers son cada vez más hábiles. Por eso, tal y como se advierte desde Qualiteasy, hay que combatirlos con varias líneas de defensa. Es esencial un antivirus de máxima calidad integrado con un cortafuegos, pero es necesario complementarlo con la seguridad por capas. Los sistemas antiejecución pueden impedir que el personal instale software que no se haya aprobado. La prevención de ransomware bloquea la intrusión del ransomware más común. Es básico revisar con detenimiento todas las posibles vulnerabilidades y con esta información, crear las barreras necesarias.
Mantener todo actualizado
Tal y como se destaca desde Qualiteasy, los desarrolladores de Microsoft y Windows, y de todo el software trabajan para prevenir los ataques. Sacan parches continuamente en la carrera contra los hackers. Por eso, es básico generar más posibilidades de ganar esa carrera automatizando todas las actualizaciones para que se instalen fuera del horario de producción. En cuanto haya disponible un parche, se debe instalar. Si se utiliza aplicaciones obsoletas en sistemas operativos obsoletos, la empresa se está exponiendo innecesariamente a una intrusión.
Introducir la autentificación en dos fases
Una gran parte de las tareas de oficina ahora se hacen mediante aplicaciones en la nube. La mayoría de ellas ofrecen una autentificación en dos fases. Esta es una forma de bloqueo sencilla pero muy eficaz: incluso si un delincuente consigue la contraseña, normalmente necesitará el teléfono o el correo de un empleado para poder acceder. Incluso se puede establecer una regla de que no se ejecute ningún software que no incluya esta funcionalidad.
Formación
Tal y como se advierte desde Qualiteasy, es importante que el personal sea plenamente consciente del peligro que acecha a solo un clic. La mayoría de la gente conoce los fundamentos básicos, como no confiar en los enlaces y los archivos adjuntos, pero como el menor desliz podría ser catastrófico, es necesario recordárselo periódicamente. Esto se puede hacer de varias maneras, desde charlas informales y la difusión de noticias pertinentes, a opciones más seguras como actividades de formación formal obligatorias periódicamente.