Durante la pandemia, la irlandesa aplicó desde julio de 2020 un recorte salarial del 10% a los tripulantes de cabina y del 20% a pilotos; modificó el patrón de trabajo, pasando a 5 días de trabajo y 2 de descanso (antes 5/3), y suprimió un bonus de productividad, de 150 euros mensuales.
“Después de casi tres años desde que se iniciara el procedimiento legal, tras esta decisión del Supremo, esperamos que el cambio del patrón de trabajo se lleve a cabo de inmediato. Por otro lado, se realizarán las reclamaciones de cantidades relativas a los recortes salariales aplicados desde 2020”, apuntan desde USO-Sector Aéreo.
“Preocupa la estrategia que adoptan algunas empresas como Ryanair centrada en vulnerar el ordenamiento jurídico, maximizando la capacidad operativa con la esperanza de que las decisiones judiciales se acaben produciendo años después de que sucedan los hechos. Con ello, consiguen una ventaja competitiva a corto plazo, que se hace más patente aún en periodos convulsos de crisis”, critican desde USO-Sector Aéreo.