Este reto se ve agravado por la escalada de las ciberamenazas, especialmente frecuentes en el sector bancario. Según el Informe Genetec sobre el estado de la seguridad electrónica, un 50% de los profesionales del sector bancario y financiero declararon ser objetivo de los ciberdelincuentes en 2023, en comparación con la tasa general del 31% en todos los sectores encuestados.
Para seguir siendo competitivos, responsables y resistentes, los bancos y las instituciones financieras deben ser capaces de adaptarse. Invertir en una plataforma de seguridad más flexible y unificada puede ayudar a centralizar las estrategias de mitigación de riesgos y construir una base más sólida y cibersegura. Además, adoptar este enfoque les mantendrá ágiles a medida que surgen nuevas necesidades. Les abrirá las puertas a una gran cantidad de nuevas tecnologías de vanguardia. Entre ellas se incluyen aplicaciones en la nube, análisis empresariales y diversas soluciones que automatizan y digitalizan procesos obsoletos. Estas nuevas soluciones ayudan además a los bancos e instituciones financieras a optimizar los datos de seguridad electrónica para obtener valiosas perspectivas empresariales. A medida que los bancos comienzan a actualizar su infraestructura de seguridad electrónica, saber qué buscar y priorizar durante la toma de decisiones puede conducir a los resultados más satisfactorios. La arquitectura abierta, la unificación, la ciberseguridad, la automatización del flujo de trabajo y la optimización de los datos deben ser siempre una prioridad absoluta.
Bancos minoristas e instituciones financieras: necesidades diferentes; mismas prioridades subyacentes
En los bancos e instituciones financieras, los equipos de seguridad electrónica no se centran únicamente en mantener a salvo a las personas, proteger los edificios y salvaguardar los activos. También tratan de mitigar el fraude, luchar contra la ciberdelincuencia, identificar las amenazas internas y abordar la violencia en el lugar de trabajo. Y aunque las sucursales bancarias y las instituciones financieras comparten algunos retos comunes, sus entornos y necesidades son muy diferentes.
Bancos minoristas
Los bancos minoristas gestionan la seguridad electrónica en sucursales que pueden ser desde un par de centros en una pequeña ciudad hasta cientos en todo el país. Independientemente de su tamaño, comparten un objetivo de seguridad común: mantener a salvo a los empleados y los activos del banco, garantizando al mismo tiempo una experiencia cómoda y sin problemas para el cliente.
Para cumplir estos objetivos, cada sitio puede tener desplegados varios tipos de tecnologías. Esto puede incluir videovigilancia, control de acceso, intrusión, interfonía y otros sistemas de varios proveedores.
Muchas sucursales tienden a estar bloqueadas con soluciones antiguas, propietarias e independientes. Esto hace que sea muy difícil para los equipos de seguridad electrónica ver lo que está sucediendo en todas las ubicaciones, responder eficazmente a las amenazas y gestionar el mantenimiento del sistema. Este problema se ve agravado por todas las fusiones y adquisiciones que se producen en el sector bancario. Cuando los bancos se unen, las tecnologías existentes en las distintas sucursales no siempre pueden conectarse fácilmente. Y sin una forma de gestionar y controlar estos sistemas de forma centralizada, crecen los silos y las lagunas en la seguridad.
Los equipos de seguridad electrónica heredados también pueden hacer que las organizaciones bancarias se queden ancladas en el pasado. Las tecnologías más antiguas no pueden ampliarse eficazmente para satisfacer las crecientes demandas de los bancos progresistas. Además, estos sistemas obsoletos no están diseñados para ayudar a los bancos a cumplir las cambiantes normas de protección de datos y privacidad. También se ha perdido la oportunidad de utilizar estos sistemas de seguridad para comprender mejor la experiencia del cliente en las sucursales. Las soluciones de seguridad electrónica recopilan mucha información, y las tecnologías más antiguas sencillamente no disponen de las herramientas analíticas necesarias para transformar esos datos en información empresarial valiosa.
Instituciones financieras
Las instituciones financieras suelen tener que proteger una gran sede corporativa o unas pocas oficinas, normalmente en centros urbanos o zonas suburbanas muy concurridas. Miles de empleados, visitantes y contratistas atraviesan sus puertas y, para mantenerlos a salvo, los equipos de seguridad electrónica supervisan muchos tipos diferentes de sistemas. Estos pueden incluir videovigilancia, control de acceso, intrusión, interfonía, análisis de vídeo, incendios y seguridad, y otros sistemas del edificio. Y aunque tienen acceso a toda esta tecnología e información, nada está conectado. Esto significa que, cuando surgen incidentes, los operadores tienen que saltar de un sistema a otro para averiguar qué está pasando antes de abordar el problema.
Gestionar un gran volumen de credenciales con tecnologías antiguas que carecen de la automatización necesaria dificulta estar al tanto de las solicitudes y las tarjetas de identificación de los visitantes. Revisar carpetas para encontrar procedimientos operativos estándar (SOP) y confiar en hojas de cálculo para realizar un seguimiento de las credenciales no está a la altura de los estándares modernos. A medida que las instituciones financieras digitalizan sus operaciones, necesitan una tecnología de seguridad electrónica que siga el ritmo.
Lo imprescindible en seguridad electrónica
Cuando las organizaciones empiezan a buscar una nueva solución de seguridad electrónica, hay mucho que tener en cuenta. Y aunque los bancos y las instituciones financieras pueden tener diferentes criterios en sus listas de deseos, a menudo dan prioridad a algunos de los mismos elementos fundamentales que conducen a un despliegue de seguridad electrónica exitoso. A continuación, exploramos algunos de los elementos imprescindibles más importantes que los bancos y las instituciones financieras deben tener en cuenta durante las actualizaciones de seguridad electrónica.
Elegir soluciones de arquitectura abierta en lugar de hardware y software propietarios. Estandarizar a un sistema flexible que permita escalar las operaciones de seguridad y añadir nuevas tecnologías de vanguardia y dispositivos conectados a la nube a medida que surgen las necesidades.
Integrar los sistemas de vídeo, control de acceso, intrusión y otros en una plataforma de seguridad unificada. Conectar todos los sistemas y localizaciones a un centro de operaciones de seguridad y aplicar capacidades móviles para la supervisión y respuesta remotas.
Consolidar los esfuerzos de ciberseguridad y privacidad utilizando una sola plataforma. Utilizar las ciberdefensas integradas y las funciones de privacidad para mitigar los riesgos potenciales y aprovechar las implementaciones en el cloud y en la nube híbrida para agilizar las actualizaciones y las mejores prácticas de ciberseguridad.
Dar prioridad a la automatización para mejorar la respuesta a incidentes y el trabajo de investigación. Probar nuevos módulos, funciones y soluciones avanzadas para digitalizar procesos, reducir costes y capacitar a los operadores en nuevas tecnologías.
Invertir en una plataforma con funciones integradas que ayude a optimizar los datos para obtener información valiosa para mejorar la experiencia del cliente, realizar un seguimiento del uso y la ocupación de las instalaciones y mejorar las iniciativas de automatización de edificios.
Para seguir siendo competitivos, responsables y resistentes, los bancos minoristas y las instituciones financieras necesitan modernizar su enfoque de la seguridad electrónica. El cambio a una plataforma de seguridad flexible y unificada puede ayudar a centralizar las estrategias de mitigación de riesgos y construir una base más sólida y cibersegura.