Entre los platos más aclamados por los comensales se encuentran las croquetas de jamón, boletus y queso azul, sus famosos torreznos crujientes que homenajean a la tradición y el exótico arroz con gambones al curry. Mención especial merece su ensalada de pulpo con puré de mango, una mezcla audaz que refleja la creatividad sin estridencias de la cocina de Javi Sánchez.
El espacio, decorado con madera, plantas naturales y lámparas barrocas, invita a quedarse más allá del postre. Pero, lo que realmente convierte a La Posada del Nuncio en un lugar especial es el propio Javi, que se encarga de recibir personalmente a sus clientes y convierte cada visita en una experiencia entrañable e inolvidable.
Nuestra velada en La Posada del Nuncio comenzó con sus, ya famosos, torreznos que se han convertido en un buque insignia de la casa. Enormes, crujientes por fuera y sumamente sabrosos por dentro, nos recibieron de la mejor manera posible antes de pasar a probar un exquisito tartar de tomate con pimientos asados, burrata y anchoas. Un plato colorido, fresco y repleto de sabor, que nos condujo a un original milhojas de berenjena con pisto, queso de cabra y miel que nos sorprendió por su impecable equilibrio y exquisito sabor. Una delicia en toda regla, que nos llevó directos a unas tiernísimas flores de alcachofa con foie y jamón ibérico en virutas que son un verdadero espectáculo.
Continuamos con el rotundo risotto de Carlota que preparan con salsa de boletus, mascarpone, nata, parmesano y foie, que compartió protagonismo con los originales gambones al ajillo que van acompañados de una lágrima de salmorejo de berenjena, gambones al Pedro Ximénez salteados con ajo laminado y rematados con un divertido helado de aceite picual y una hoja de albahaca.
Nuestro festival de sabores concluyó con un sorprendente mar y huerta que elaboran con medallones de berenjena rebozados que van acompañados de trigueros y champiñones, aderezados con soja y salsa teriyaki, y coronados con huevo frito y gambón. Un verdadero espectáculo, que nos hizo rebañar el plato a conciencia antes de pasar al dulce momento final, que tomó forma en un irresistible flan de queso y una llamativa tarta árabe que nos acabó de enamorar.
La Posada del Nuncio es una oportunidad de lujo para redescubrir el alma de Madrid a través del estómago. En tiempos donde la autenticidad parece escasear, es un soplo de verdad, sabor y hospitalidad. ¿Nos vemos pronto en La Posada del Nuncio?
La Posada del Nuncio
Dirección: Calle del Nuncio, 4, 28005 Madrid
Teléfono: 910 23 65 77
Ticket Medio: 45€
Web :https://laposadadelnuncio.es/