Posición en el Índice Global de ODS
A junio de 2025, Uzbekistán ocupa el puesto 62 de 167 países en el Índice Global de ODS de la ONU, con una puntuación de 73,1. Esta posición refleja un progreso constante en el cumplimiento de compromisos nacionales e internacionales, aunque persisten desafíos estructurales.
Implementación Paso a Paso
La trayectoria de Uzbekistán hacia los ODS se ha desarrollado de manera gradual. El país se adhirió formalmente a la Agenda 2030 en 2015. Para 2018, un Consejo Coordinador presidido por un viceministro aprobó una “hoja de ruta” nacional con 16 objetivos y 125 metas.
En 2019, el público obtuvo acceso abierto a los indicadores a través del portal nsdg.stat.uz.
En 2020, Uzbekistán presentó su primer Informe Nacional Voluntario ante la ONU y creó una comisión parlamentaria para supervisar la implementación. Al año siguiente, emitió los primeros bonos soberanos vinculados a los ODS en la región, por un valor de 235 millones de dólares.
En 2022, la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución iniciada por Taskent sobre el papel de los parlamentos.
Para 2023, se presentó el segundo informe nacional, esta vez desarrollado en consulta con empresas, jóvenes, mujeres y estructuras comunitarias de las mahallas, siendo un hito en la región.
Objetivos Nacionales y Estrategias de Desarrollo
En 2022, la Resolución del Gabinete No. 83 codificó 16 objetivos nacionales y 125 metas. Bajo el Objetivo 6 (“Agua Limpia y Saneamiento”), Uzbekistán se comprometió a garantizar el acceso universal al agua segura, igualdad en el saneamiento y reducción de la contaminación de aguas residuales mediante su reutilización.
Estas prioridades se incorporaron a la “Estrategia de Desarrollo del Nuevo Uzbekistán para 2022–2026”, que apunta a ahorrar 7 mil millones de metros cúbicos de agua, reducir el consumo energético y promover asociaciones público-privadas. La estrategia a largo plazo “Uzbekistán–2030” colocó el agua y la protección del medio ambiente entre las cinco prioridades principales, vinculándolas con digitalización, innovación, mitigación de tormentas de polvo y reforestación a gran escala.
Compromiso Internacional
El impulso hacia los ODS de Uzbekistán se proyecta al exterior. El país participa en convenios internacionales sobre uso del agua y coopera con el PNUD, ECAT, la Alianza Mundial del Agua, entre otros. De manera crucial, más del 70 % del gasto público está ahora vinculado a los ODS. Según estimaciones de la OCDE (2023), en 2022 aproximadamente el 71 % del gasto gubernamental estaba relacionado con los ODS. Los objetivos sociales recibieron la mayor parte: unos 415 millones de dólares para la reducción de la pobreza (ODS 1), 1,2 mil millones para salud (ODS 3) y 2,7 mil millones para educación (ODS 4). En cambio, la financiación para la “transición verde” ha sido más limitada.
Innovación Financiera
Alcanzar estos objetivos requiere financiación, y Taskent ha recurrido a nuevos instrumentos. Junto con el PNUD, introdujo un Índice Nacional de Pobreza Multidimensional (IPM) que va más allá de los ingresos. En julio de 2021, Uzbekistán emitió los primeros bonos vinculados a los ODS en la región (235 millones de dólares). En octubre de 2023, colocó los primeros bonos verdes soberanos de la CEI, por un valor de 340 millones de dólares.
La colocación de bonos temáticos alcanzó los 575 millones de dólares, mientras que la emisión total de bonos soberanos internacionales entre 2021 y 2024 superó los 1,2 mil millones de dólares. Los fondos financiaron proyectos en educación, salud, agua, transporte, ecología y energías renovables, atrayendo a más de 50 inversores de EE. UU., Europa, Asia y Oriente Medio.
Riesgos en el Horizonte
El progreso es real, pero también lo son los desafíos. El rápido crecimiento demográfico ejerce presión sobre la creación de empleo (ODS 8), la seguridad alimentaria (ODS 2), la energía (ODS 7), la urbanización e infraestructura (ODS 11) y el consumo sostenible (ODS 12). La degradación del suelo y la desertificación amenazan la agricultura y los ecosistemas (ODS 15).
El Instituto de Recursos Mundiales advierte que Uzbekistán podría enfrentar “estrés hídrico extremadamente alto” para 2040.
El cambio climático agrava el desafío. Sequías, olas de calor, lluvias erráticas y tormentas de polvo afectan tanto a la economía como a la salud pública. Solo el 20 % del agua de Uzbekistán se origina en el país; el resto proviene del exterior. Los glaciares de Asia Central han perdido un 30 % de su superficie en los últimos cincuenta años. El Banco Mundial proyecta que los caudales del río Syr Darya se reducirán un 5 % y los del Amu Darya hasta un 15 % para 2030, lo que podría significar un déficit de 7 mil millones de metros cúbicos para 2030 y de 15 mil millones para 2050, reduciendo el PIB regional hasta en un 11 %.
La agricultura es particularmente vulnerable: la producción de trigo y papa podría disminuir un 57 %, el algodón un 49 % y las manzanas un 63 %. La participación del sector en el PIB cayó del 32 % en 2017 al 19,2 % en 2024, aunque las exportaciones agrícolas alcanzaron los 1,6 mil millones de dólares.
El Costo de la Adaptación
Enfrentar estos desafíos requerirá inversiones significativas. El Banco Mundial estima que Uzbekistán necesitará entre 46,7 y 59,8 mil millones de dólares en financiación para adaptación climática para 2060. La vulnerabilidad compartida de Asia Central hace que la coordinación regional sea crucial en seguridad hídrica, reducción de emisiones y neutralidad de carbono. Ampliar el acceso a la financiación climática, aumentar la inversión verde y aprovechar mecanismos globales es ahora una prioridad.
Conclusión
En ocho años, Uzbekistán ha demostrado que puede alinear las reformas internas con la Agenda 2030 de la ONU, al tiempo que pionera en instrumentos financieros y forja nuevas asociaciones. Sin embargo, las presiones demográficas, la escasez de agua y los riesgos climáticos requieren respuestas sistémicas.
El camino a seguir dependerá de profundizar las reformas, aumentar el acceso a la financiación verde y desempeñar un papel activo en las conversaciones climáticas internacionales. La “Estrategia de Desarrollo del Nuevo Uzbekistán para 2022–2026” y “Uzbekistán–2030” proporcionan la base necesaria, pero su implementación exitosa depende de la continuidad constante de las reformas y la integración en los procesos internacionales.
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