Fátima Martín y Emilio Fernández, madrileños de pura cepa y enamorados del ritual del aperitivo, soñaban con un espacio donde compartir ese gusto por lo sencillo y por las cosas bien hechas. Lo que en sus orígenes comenzó como una pequeña tienda de gildas y aceitunas, acabó convirtiéndose, casi por casualidad, en un bar que hoy es en todo un referente del castizo barrio de Chamberí.
«Queríamos un sitio al que nos apeteciera venir todos los viernes», cuentan entre risas. Y vaya si lo consiguieron. En Doble y Gilda se respira un ambiente informal y acogedor, que hace que cada visita se sienta como una quedada entre amigos. Su terraza, siempre animada, es el lugar ideal para rendirse al placer del tapeo y dentro del local, la diversión continúa entre cañas, gildas y vermús.
La especialidad de la casa, son, por supuesto, las gildas. Pero aquí, no se conforman con la clásica de anchoa, aceituna y piparra. Las hacen también de boquerón, queso, bonito, huevo, pulpo e incluso versiones vegetales que sorprenden por su frescura y originalidad. Todas ellas son elaboradas a mano, con productos seleccionados de diferentes rincones de España, y siempre saben mejor cuando las acompañamos de vinos y vermuts que hacen justicia al arte del aperitivo.
Nuestra visita a Doble y Gilda comenzó con la impresionante gilda Madrid que preparan con mejillón y aceituna, y que sirven sobre una base de crujientes patatas fritas. Continuamos con la gilda clásica, que es una de nuestras preferidas, aunque también nos encantó la de boquerón. La gilda de pulpo es un espectáculo visual que no defrauda en boca y la de anchoa con huevo de codorniz es una verdadera delicia. También recomendamos probar la gilda de cecina y queso que nos enamoró con su rotundo sabor.
Además de sus famosas gildas, en la carta de Doble y Gilda también encontramos apetecibles opciones como un sensacional queso curado de oveja o una irresistible tabla de Graus compuesta por butifarra blanca, fuet, secallona , longaniza y chorizo de Vela. Una opción que resulta perfecta para compartir al igual que el montadito de gallina trufada que además de abundante está exquisito.
Y, ya para terminar, nada como su tarta de queso casera que se convierte siempre en el broche final perfecto.
Doble y Gilda se ha convertido en un templo imprescindible para disfrutar del aperitivo en Madrid. Una parada obligada que se convierte en una declaración de amor a ese momento sagrado del día en el que todo se detiene para brindar y disfrutar en buena compañía de los pequeños placeres de la vida.
¿Nos vemos en Doble y Gilda?
DOBLE Y GILDA
Dirección: Calle de Santa Engracia 105
28010 Madrid
Teléfono: 677 75 99 58
Web: https://dobleygilda.com/
Ticket Medio: 20€