Las energías renovables alzan el vuelo
Hace décadas que las energías renovables llegaron a nuestra realidad. Alternativas a todos los gases contaminantes de otras como la nuclear, que se posicionaban como la principal arma contra la destrucción humana y del medioambiente. Sin embargo, su desarrollo se ha hecho esperar y todavía no se han posicionado como la principal fuente de energía.
La buena noticia es que los tiempos están cambiando. Un cambio que se ha acelerado en el último año y que se ha propuesto convalidar la espera generada. El gran crecimiento de la energía solar en 2019 es un hecho, algo que nace en plena contraposición con el parón vivido durante 2018.
La energía solar es una de las más extendidas en nuestro tiempo. Muchas empresas han encontrado un hueco de mercado para instalar paneles solares, sacando así un beneficio económico de la regeneración medioambiental. Una gran noticia para el planeta y para los mercados en general.
Así pues, esta clase de energía ha crecido un 12%. Supone el mayor aumento desde el 2015, reflejo claro de la imperante necesidad de velar por la sostenibilidad en los tiempos que corren. Además de este dato ofrecido por la AIE (Agencia Internacional de la Energía), también se aclara que la Unión Europea, más concretamente España, ha tomado las riendas de este sector y se está posicionando como uno de los referentes mundiales en las energías renovables.
La caída de los precios ha dado pie a que estos datos sean una realidad, un factor fundamental en el crecimiento de cualquier aspecto mercantil y que, en este caso, era una necesidad básica. Las principales consecuencias de esto serán, por un lado, la mayor vocación de las entidades gubernamentales por aplicar las medidas correspondientes por ley; y por otro, la mayor facilidad para cualquier individuo o colectivo de incorporar estas técnicas en su día a día.
Los tiempos han cambiado, el planeta tiene ya suficientes heridas generadas por la humanidad como para no apreciar la necesidad de una alteración en los hábitos de consumo. La tecnología cada vez busca una mayor eficiencia en sus productos, ofreciendo siempre la mejor capacidad de sostenibilidad posible. Por lo que todos y cada uno de nosotros somos los últimos responsables de remar en la dirección de la salud medioambiental, algo que repercutirá positivamente en nuestra persona en muchas escalas diferentes.
El sector empresarial, máximo precursor
La economía de un país depende directamente del sector empresarial, no es de extrañar que éste sea uno de los aspectos más cuidados y, como consecuencia, deben ser pioneros en la incorporación de las medidas de sostenibilidad pertinentes. Algo que no sólo mejorará el estado del planeta en general, sino que a su vez, aportará mayor valor de marca a la compañía.
Tal y como se mencionaba previamente, el abaratamiento de los costes es uno de los principales motivos del crecimiento de la energía solar durante este año. Un hecho que se ve reflejado en cientos de fachadas gracias a las placas solares para empresas. Un elemento diferenciador que pondrá en boca de todos las filosofías medioambientales de los mejores negocios del país.
Estos productos se han puesto de moda, no se trata de una crítica sino que, gracias al peso de las redes sociales, velar por el medioambiente se ve con buenos ojos. Debido a ello, uno de los principales motivadores que harán tomar esta decisión a aquellos empresarios que buscan un beneficio económico, será la considerable mejora en la imagen de la marca en cuestión. Algo que, sin duda alguna, repercutirá positivamente en la captación de clientes y, como resultado, en los niveles de ingresos.
Por otro lado, remando en la misma dirección, el ahorro en la factura de la luz cada mes es más que considerable. Tras una pequeña inversión, como tantas otras, tendremos a largo plazo un menor gasto que repercutirá positivamente en la solvencia del negocio en particular. Una victoria que, gracias al mencionado abaratamiento de costes, no tardará en llegar.
La energía solar es la fuente renovable más asequible para el conjunto de una población. Algo por lo que las empresas referentes del país tienen que empezar y ahora tienen más fácil que nunca. Los beneficios económicos son más que evidentes, algo que sólo podrá compararse con las consecuencias directas en el bienestar del planeta.
Porque éste es el segundo punto (más importante aún que el primero) que las empresas deben considerar. La capacidad de generar la propia energía cada día, nutriéndose del bien que se nos regaló por el mero hecho de nacer, permitiendo a las centrales nucleares reducir la cantidad de gases contaminantes sin detrimento en nuestro abastecimiento eléctrico. Porque ésta es la base de las energías renovables, tener lo mismo sin dañar el ecosistema.
De esta manera, se estará tomando una política completamente coherente con los tiempos que corren, ganando el prestigioso sello ‘eco’ que cualquier compañía que se precie debería tener. Porque las garantías en la instalación ofrecidas por las mejores agencias se aseguran de suprimir cualquier riesgo posible.
Cada pequeño grano de arena cuenta, por lo que si queremos conservar el planeta y dejar un mundo mejor que el que nos encontramos, tomar estas políticas como una prioridad será la única forma de hacerlo.
Por primera vez en mucho tiempo, las expectativas para la Tierra parecen positivas. Este crecimiento de las energías renovables no puede frenar, sino seguir en aumento año tras año. Para ello, las empresas son vitales, siendo los principales referentes de comportamiento y ética de un país.