Los aspectos económicos y financieros, que serán los relevantes en el medio plazos, impronta poco hoy, pero son los que deben marcarnos la dirección. En ese sentido, ni el comercio y las condiciones financieras están bajo un riesgo significativo, siendo la mayor amenaza una posible disrupción en el mercado del gas.
El nivel de pesimismo es fuerte, pero es pronto para hablar de capitulación. No tomaríamos aún indicadores de sentimiento como señales contrarias de pesimismo extremo para añadir riesgo de forma agresiva en carteras, pero sugieren que, en líneas generales, tampoco en buen momento para vender agresivamente activos de riesgo, claudicando en este punto.
Los fundamentales de la economía han mejorado en el último mes de forma significativa y serán soporte para la recuperación cuando se reduzca la tensión en Ucrania.