El empresario riojano tiene una visión muy concreta del trato a los clientes necesario para triunfar, aplicándose día a día en ofrecer el mejor servicio personalizado y una experiencia extraordinaria que une la cocina basada en el producto y la dedicación a los comensales. Esta es la filosofía de Ritmo desde su apertura hace un año y donde Álvaro se ha instalado para impartir sus valores y construir este trato continuo, lo que le está granjeando un éxito de recomendación sin precedentes.
La reforma integral del local donde se encuentra, situado en Sant Ferrán de Ses Roques, en pleno corazón de la isla, ha logrado transmitir la esencia de la isla y conectar con ella en todos los detalles del estilo arquitectónico e interiorismo llevado a cabo y que invitan a una de las mejores experiencias en cualquiera de los tres ambientes en los que se divide el restaurante. Sin duda, el protagonista de este espacio es la terraza de la planta superior que permite unas vistas únicas bajo una pérgola realizada con madera de castaño y eucalipto, árboles presentes en muchas de las cercanas playas de la isla.
Barro, madera, cuerdas y un aire bohemio marcan sin duda uno de los restaurantes que se ha convertido en emblemático, donde se apuesta, como en el neoyorkino, por la calidad de los ingredientes para la elaboración diaria de la mejor carta mediterránea.
“Estando en una isla es imposible que nuestra carta no tenga como protagonista el pescado de la zona, por su calidad, cercanía y por la cantidad de oportunidades que permite en las recetas elaboradas por nuestro chef Dani Company y su asesor, Borja Molins. Estamos encantados de la acogida que está teniendo Ritmo” explica Reinoso.
Con este restaurante balear, Reinoso busca de nuevo conseguir la excelencia.