Según un estudio de Pouey International en base a un universo de 310 mil empresas europeas que trabajan o dependen del metal (industrias extractivas, manufactureras, comercio), es el sur de Europa (España e Italia) la región que se podría ver más afectada por la crisis, debido a las características de sus empresas, más pequeñas y más expuestas a las fuertes subidas de precios.
Así, la media de ingresos de las empresas españolas del metal es actualmente de 4 millones de euros frente a los 37,1 millones de euros de las compañías alemanas o 23,1 millones de euros de las francesas. Solo las empresas metalúrgicas italianas facturan menos que las españolas, con una media de 1,9 millones de euros. Eso sí teniendo en cuenta que son mucho más numerosas en Italia que en cualquier país europeo. Por otra parte, las ganancias (beneficios netos) de las empresas metalúrgicas españolas son las más bajas, con un promedio de 111.000 euros frente a los 151.000 euros de Italia, 285.000 euros de Francia o los 2,2 millones de euros de las compañías alemanas.
Otro dato relevante de este estudio de Pouey es que las empresas metalúrgicas españolas tienen que esperar un promedio de 102 días para recibir los pagos de sus clientes, en línea con la media europea de 103 días, y mejor que en Italia donde el retraso en los pagos alcanza los 132 días, pero inferior a Francia, donde solo esperan 78 días. En relación con el pago de estas empresas a sus proveedores, Italia sigue siendo la peor parada ya que el plazo promedio se sitúa en los 88 días, frente a los 53 días de España y 49 de Francia, estableciéndose la media en 66 días.
Según datos de IHS Markit, la actividad del sector manufacturero español está estancada por los efectos de la guerra de Ucrania con un índice PMI de 53,3 puntos, cercano a las cifras que indican contracción.
Esta situación ha provocado que muchas empresas que dependen del metal se encuentren con una situación de desabastecimiento y de aumento de sus costes internos.
Pierre Lemarquier, director de operaciones de Pouey International explica que «el incremento del precio de las materias primas les obliga a repercutir a su vez esta subida en sus clientes, con aumentos que pueden alcanzar más del 20% del precio habitual».
Ante esta situación, poder asegurar el riesgo comercial y de sus clientes se ha convertido en una prioridad para las empresas transformadoras del metal.
Así, estas empresas deben elegir bien con que clientes finales van a trabajar y disponer de una garantía financiera (seguro de crédito) que cubra los impagos.
Información comercial
Suministrar informes comerciales y financieros creíbles sobre sus posibles clientes puede evitarles elegir socios poco fiables.
«En el apartado de informes comerciales, Pouey ofrece cartografía dinámica de riesgos de clientes y vigilancia de anuncios legales, así como estudios y análisis a medida basados en nuestras propias investigaciones y en fuentes oficiales» señala Lemarquier. Se trata de información rigurosa y actualizada basada en el análisis humano, informaciones oficiales y datos registrales. Pouey International aprovecha su experiencia internacional con una red de 950 informadores por el mundo entero.
Garantía financiera
Junto a la solvencia de los clientes con los que trabajan, para la industria transformadora del metal es fundamental poder asegurar la supervivencia de su negocio ahora que sus costes han aumentado y que las aseguradoras tradicionales no cubren este incremento de su riesgo.
Lemarquier explica que “para asegurar la cifra de negocios de estas empresas, Pouey International cuenta con el seguro de crédito Serenitas, que garantiza financieramente entre el 50% y el 70% de los clientes rechazados, limitados o anulados por las compañías de seguro de crédito tradicionales”. Ofrece hasta 300.000 euros de riesgo comercial por cliente y la garantía de deudas.
Serenitas es una solución por casos individualizados y no necesariamente para el conjunto de la cartera de clientes de una empresa y se aplica a todos los clientes, tanto los localizados en España como en el extranjero. La indemnización acordada corresponde al 100% de la cantidad garantizada sin IVA.
Lemarquier explica que “se trata de una garantía complementaria al seguro de crédito que se haya contratado y lleva asociados varios servicios: Informes rigurosos sobre la solvencia de los clientes, financiación sin recurso a medida de las facturas, y, finalmente, la gestión de la cuenta por parte de Pouey International con seguimiento contable y cobro amistoso incluido”.