El dólar empezó agosto en la misma línea que terminó julio; hacia abajo. Con los mercados de tipos estadounidenses aún esforzándose por recuperarse a los niveles vistos antes de la reunión de la Reserva Federal de la semana pasada, los activos de riesgo siguieron fortaleciéndose a pesar del escenario de crecimiento global ralentizado. La publicación de los últimos datos del ISM de EE. UU. tampoco ayudó al billete verde. Con la expansión de la función de reacción de la Fed para considerar las condiciones de crecimiento, es posible que las cifras negativas de la actividad económica fuera de Estados Unidos ya no apoyen al dólar, especialmente si se relacionan con una incapacidad de las empresas de repercutir los costes más elevados. Así ocurrió ayer, ya que el índice manufacturero ISM no solo cayó de 52,0 a 52,8 en julio, sino que la composición del índice también presentó debilidades.
El índice de ocupación aumentó 2,6 puntos, hasta 49,9, pero se mantuvo ligeramente en terreno contractivo, mientras que los índices de producción, de nuevos pedidos y de precios pagados descendieron todos. Como reflejo del contexto de debilidad de la demanda de los consumidores, el índice de inventarios de clientes aumentó de 39,5 a 43,8. Con arreglo al índice DXY, el dólar retrocedió un 0,4 % en la jornada para situarse en su nivel más bajo desde el 5 de junio, día en el que la curva de los Treasuries de EE. UU. se invirtió y desató un importante repunte en el dólar, como reflejo de la huida del riesgo. Hoy, con las tensiones geopolíticas agudizándose mientras la presidenta de la Cámara de Representantes de EE. UU., Nancy Pelosi, visita Taiwán, lo que ha provocado que China emprenda operaciones militares en el estrecho de Taiwán, el dólar se sitúa en general en terreno positivo frente a la mayoría de las divisas del G10, con solo el yen japonés cotizando al alza por los flujos de refugio seguro regionales.
La libra se anotó unas ganancias del 0,69 % en la sesión de ayer al repuntar junto a otras divisas que tienen valoraciones baratas, tras los nefastos resultados de lo que va de año. Asentada en nuevos máximos de un mes frente al dólar, un Banco de Inglaterra más prudente puede limitar las alzas adicionales en este entorno el jueves. Antes de eso, la libra cotiza un poco a la baja con otras divisas procíclicas a medida que el escenario de riesgo se deteriora ligeramente debido a los acontecimientos en Taiwán.