A nivel mundial, dos tercios de los jóvenes no logran las habilidades básicas que deberían aprender en la escuela, según un nuevo estudio del Instituto ifo. “Estas son cifras alarmantes”, dice Ludger Wößmann, director del Centro para la Economía de la Educación de ifo. La cifra para el Reino Unido es del 19,0 por ciento, para los EE. UU. es del 24,7 por ciento y para Canadá es del 14,9 por ciento, pero para Estonia, por ejemplo, es solo del 10,5 por ciento. “Esto significa una pérdida total de USD 700 billones en la producción económica mundial durante el resto del siglo”, dice la investigadora del ifo Sarah Gust. Las cifras van desde el 24 por ciento en América del Norte y la Unión Europea hasta el 89 por ciento en el sur de Asia y el 94 por ciento en el África subsahariana. En 101 países, la proporción es superior al 50 por ciento, y en 36 países es incluso superior al 90 por ciento.
“El mundo está muy lejos de alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas”, dice Wößmann. “Esto es trágico porque la educación no solo tiene una profunda influencia sobre el destino de una persona, sino que también es el motor más importante del crecimiento económico a largo plazo, mayor que el acceso a carreteras, vías férreas o Internet de alta velocidad”.
Para el nuevo estudio, los investigadores del Centro ifo para la Economía de la Educación trabajaron con Eric A. Hanushek de la Universidad de Stanford para producir una métrica para comparar datos de estudiantes individuales de numerosas pruebas de rendimiento internacionales y regionales en matemáticas y ciencias a escala global. En esta escala, las habilidades básicas se definen como el nivel de competencia PISA más bajo. Esto incluye la capacidad de resolver problemas simples y rutinarios, pero no la capacidad de aplicar las fórmulas más simples, inferir conclusiones o interpretar resultados.
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