La perseverancia da sus frutos en los mercados bursátiles: una evaluación de las dos últimas décadas demuestra hasta qué punto. Lo importante que es «mantenerse» en el mercado de renta variable lo demuestra un gráfico que probablemente no conozcan muchos inversores. Muestra la rentabilidad del índice global de renta variable MSCI World (en euros, incluidos los dividendos) desde el 1 de enero de 2000, y la rentabilidad que se habría obtenido si solo se hubiera perdido el mejor, los dos mejores, los tres mejores ... o los veinte mejores días de cotización.(gráfico 1) Por supuesto, esta es una visión muy teórica. Porque nadie se habrá perdido esta jornada de negociación, la mejor de todas, sino que se habrá invertido sin parar. Sin embargo, si lo hiciera, el daño de hoy sería mucho mayor que el 8,9 % perdido que supuso el mejor día de cotización. La rentabilidad del MSCI World desde principios del año 2000 hasta hoy sería 24 puntos porcentuales inferior sin el mejor día de negociación, lo que también muestra muy claramente lo poderoso que es el interés compuesto en la inversión.
Pero ¿realmente se puede deducir de este juego de números que es importante seguir invirtiendo? Al fin y al cabo, también se podría argumentar que se podría conseguir un efecto igual de fuerte con una evitación selectiva de los peores días. El hecho es que en la práctica ambas cosas son imposibles. Nadie sabe si el día siguiente será bueno, uno de los mejores, uno de los malos o uno de los peores. Lo que sí sabemos muy bien, sin embargo, es que, con el período de inversión, la probabilidad de ganancias de precios supera claramente la probabilidad de pérdidas de precios. El índice bursátil estadounidense S&P 500, por ejemplo, ha logrado una rentabilidad total positiva en casi el 70 % de todos los períodos posibles de 3 meses, en el 75 % de todos los períodos posibles de 1 año y en el 83 % de todos los períodos posibles de 2 años.
Pero hay algo más que nos ofrece un vistazo a los mejores días de negociación. Los mejores días de negociación se producen en las fases de crisis. Un total de 19 de los 20 mejores días de negociación se encuentran en las fases bursátiles sombrías de 2001 – 2003 (estallido de la burbuja de las puntocom), 2008/2009 (crisis financiera) y marzo/abril de 2020 (pandemia). (gráfico 2) Los 16 mejores días de cotización se distribuyen en torno a los mínimos de las tres mayores crisis de este siglo.
En otras palabras, los mejores días de negociación se esconden en la volatilidad de las fases en las que el escepticismo y el pesimismo parecen más sabios, y ahí reside un verdadero peligro. Los que se pierden los mejores días de negociación por una «gestión del riesgo» mal entendida no pocas veces también corren el riesgo de perder por completo. Casi siempre, los repuntes más fuertes comenzaron con un movimiento que la mayoría de los inversores desestimó como un «repunte del mercado bajista». Tan fácil como salir, el problema suele ser volver a entrar. Como dice el refrán: «Si no tienes las acciones cuando bajan, no las tienes cuando suben»…