A partir del 6 de enero, los viajeros procedentes de China que transiten por Hong Kong o Macao deberán presentar una prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR, siglas en inglés) con resultado negativo en las 48 horas previas al embarque de su vuelo en el lugar de salida, o una prueba rápida de antígenos negativa en las 24 horas previas al embarque de su vuelo en el lugar de salida. La nueva medida, que expirará el 31 de enero, sigue a otras similares adoptadas por los Gobiernos de Hong Kong y Macao para los viajeros procedentes de China, reveló el CECC.
Según el CECC, la pandemia actual en China es grave. Se espera que el gran volumen de personas que viajará durante las vacaciones del Año Nuevo lunar aumente el riesgo de transmisión y el número de casos se dispare durante los próximos tres meses en China, añadió el centro.
El Gobierno seguirá vigilando las mutaciones del virus que aparezcan en el extranjero para evaluar cualquier posible impacto en Taiwan, indicó el CECC. El centro también instó a los pasajeros que regresen durante las vacaciones de Año Nuevo lunar a seguir cuidadosamente las medidas de prevención pandémica.
El nuevo requisito sigue al anuncio del CECC en diciembre de que los viajeros procedentes de China que lleguen en vuelos directos a través del Estrecho y los residentes de Kinmen y Matsu que lleguen a través de acuerdos especiales de viaje deberán someterse a una prueba de PCR basada en la saliva en el aeropuerto o puerto de entrada a partir del 1 de enero.
Asimismo, los pasajeros se someterán a un periodo de siete días de autogestión de salud en su alojamiento y se someterán a pruebas para COVID-19 durante ese periodo. Los que den positivo deberán seguir la política de 5+n, de cinco días de aislamiento domiciliario y practicar la autogestión sanitaria, según el CECC.
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