España es un referente en la organización de eventos y encuentros y en la gestión del ocio, a todo lo cual acompaña una impecable gestión de una oferta plural y variada que cubre todas las necesidades de cualquier tipo de visitantes, desde ocio enfocado a familias, hasta la gestión de grupos que buscan el ocio nocturno o las visitas a museos y exposiciones.
Entre los aspectos más destacados de la oferta turística se encuentran los hoteles, uno de los pivotes más visuales aunque no el único. La infraestructura hotelera en España está a la vanguardia de las mejores del mundo, y su relación calidad-precio es positivamente valorada por los visitantes de cualquier parte del mundo.
Aunque disponer para un hotel o cadena de hoteles de una tarifa correcta para las diferentes ofertas variadas que tengamos en nuestra instalación hotelera no es tarea sencilla. Una de las claves por las que han apostado algunas cadenas es la de no disponer de un solo tipo de habitación, sino enfatizar en una oferta amplia y diversificada que incluya habitaciones para personas solas que viajas por negocios o cualquier otro motivo, parejas, familias y ofertas exclusivas con servicios premium tales como baños amplios, bañeras de hidromasaje o jacuzzis, servicios exclusivos de habitación y otras ofertas.
Para cada una de estas opciones hay que tener una política de presos y tarifas, y también una de ofertas para cada temporada del año, porque lo que nos interesa es que el hotel estilo más completo posible y con elevados niveles de ocupación todo el año, no una sola temporada.
Analizar datos de los usos y costumbres o preferencias de los usuarios y clientes es una de las claves, pero hay que saber hacer esto y destinar tiempo y energía, conocer que datos son necesarios saber como se debe reaccionar a los cambios del mercado o qué tiene que hacer cada hotelero para estar un paso por delante de su competencia.
Una de las respuestas está en la tecnología, incluyendo herramientas de tarifas inteligentes y sistemas de reservas de habitaciones de hotel, y evitando tener que destinar a esta gestión de datos, que comienzan ya a emplear sistemas comerciales de inteligencia artificial, el empleo de más personal.
El empleo del big data, proporcionado por nuestros propios clientes, es la clave en la gestión de las preferencias futuras y acertaremos en la gestión de la oferta de servicios. Los datos y la información se recogen en grandes bases de datos y es una tarea complicada poder descifrar tendencias para sintetizar ideas que se traduzcan en estrategias de precio.
Los hoteleros deben trabajar con un proveedor tecnológico que les ayude a tomar mejores decisiones basadas en datos reales.
Es necesario que las enseñas hoteleras se lancen, como hacen otros sectores económicos, al uso de este tipo de herramientas inteligentes de tarifas, que ayudan a los hoteles a predecir las tarifas a largo plazo, observar a sus competidores y obtener informes para determinar el precio de las habitaciones y obtener una ocupación y revenue óptimos. Contratar a personal que es susceptible de cometer errores humanos no tiene sentido si se puede disponer de una herramienta automática por una pequeña cuota mensual. A la vez, es necesario que los hoteles empleen sistemas actualizados de reservas de hotel, que gestionan nuestros inventarios de habitaciones, las tarifas y las reservas.
Es lo que suelen denominarse centrales de reserva, que deben ser fiables y estar integrados, aunque no hay que confundirlos con los “motores de reserva”, que son los que facultan al cliente realizar sus reservas desde fuera del hotel. De lo que hablamos es de un sistema de reservas hoteleras, o CRS, es el núcleo central donde se almacena la información de las reservas de todos los canales de reserva, ya sea por teléfono, OTA, GDS, departamento de ventas o motor de reservas online.
Existen muchas ventajas a la hora de utilizar un sistema de reserva para hoteles que exponemos a continuación.
La primera es que se puede actuar de inmediato y satisface la experiencia del viajero. Las cifras que se obtienen de nuestros potenciales competidores nos ayudarán a gestionar tu rendimiento al aumentar tu ADR (tarifa media diaria) y RevPar (ingresos por habitación disponible), comparando tus tarifas máximas y mínimas con las de tus competidores. Se basa en la duración de la estancia (LOS) y se puede acceder a esta información todos los días, o directamente cuando lo necesites, asegurándote de alcanzar tus objetivos del mes o del trimestre.
Una segunda ventaja es que se pueden hacer previsiones a largo plazo para obtener información precisa del mercado hasta con un año de antelación, pudiendo ajustar de forma proactiva tu estrategia de revenue a la vez que incrementa la eficiencia.
En tercer lugar podemos establecer nuestras propias reglas, con alertas personalizadas sobre las fluctuaciones del mercado y recibiendo notificaciones inmediatas según los cambios que hayas definido como relevantes, permitiéndote reaccionar rápidamente y ahorrando las comisiones de las OTA.
Una cuarta ventaja es que este tipo de sistemas simplifican el revenue management, facilitando de manera sencilla el análisis de datos y nos permiten disponer de múltiples opciones de reserva.
En quinto lugar, nuestra información siempre estará actualizada en tiempo real, y permite la generación de informes puntuales sobre cada necesidad, ofreciendo seguridad a los viajeros a efectos de cambios de fechas, cancelacions, y comunicación directa, que es automatizada y sin error.
Por último, una herramienta de tarifas inteligentes simplifica la gestión de canales y gestiona nuestras tarifas asumiendo el proceso de pago, que permite establecer diversas opciones en función de la política del hotel. Las tarifas que suelen definirse en los channel manager tienen que estar más o menos a la par que las de tus competidores. Si un hotel se decide por precios más bajos, pueden tenerse resultados peores e incluso reducir nuestros ingresos sin lograr ocupar más habitaciones. Por el contrario, si optamos por elevar las tarifas es probable que obtengamos menos reservas, aunque esto suponga un criterio selectivo para orientar a nuestra clientela.
La clave estará en una buena gestión de los diferentes tipos de tarifas hoteleras, realizando ofertas puntuales y todo ello acomodado a la oferta real que nuestro hotel tiene, incluyendo variables como la calidad de nuestro servicio, la categoría de nuestro hotel o incluso su ubicación. Todo influye a la hora de que un cliente tome la opción de reservar en nuestro hotel.
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