En cualquier caso, la tendencia es que la percepción de incertidumbre se reduce, el viajero se siente más cómodo y, en consecuencia, vuelve a planificar sus viajes con varios meses de antelación, lo cual es un elemento tremendamente positivo que incide en las previsiones optimistas que maneja el sector turístico en su conjunto.
Por supuesto, la mayor antelación en la reserva afecta de manera más evidente a los viajes de larga distancia, seguidos de los viajes por Europa y el Mediterráneo. Sin embargo, en los viajes nacionales la reserva anticipada todavía tiene margen de recuperación.
El Observatorio de Tendencias de Viaje de InterMundial (OTVI) advierte que aún no se han recuperado totalmente los niveles de actividad turística y rentabilidad previos a la pandemia, por lo que conviene ser prudentes y conservar las políticas de flexibilidad para no quebrar la confianza del viajero ni las ventas.
“En estos momentos, restaurar políticas estrictas de cancelación de los proveedores: hoteles, vuelos, trenes y, en general, en la contratación de cualquier servicio turístico, resultaría incoherente con el objetivo de consolidar la senda de la recuperación. Debemos darle al viajero la confianza y tranquilidad que necesita. Ser valientes y apostar con astucia por mantener la flexibilidad, lo que redunda en una mayor ocupación y más reservas”, comenta Carlos Uceda, director de Desarrollo de Negocio de InterMundial.