Sin embargo, la ejecución de este traspaso de competencias de Tráfico en Navarra llega con tres meses de retraso. Chivite, por su parte, ha apuntado a que esto se debe a la complejidad del proceso. Además, la presidenta del Gobierno de Navarra, ha asegurado que el acuerdo se ha retrasado porque la propuesta económica del Gobierno de Sánchez no terminaba de favorecer los intereses de la Comunidad foral.
De todos modos, esta medida viene tanteándose en Navarra desde hace ya alrededor de cinco años. En 2018, la que era presidenta de la Comunidad foral en aquel momento, Uxue Barkos, pactó con Pedro Sánchez la implementación de esta medida. Se dieron seis meses de plazo para que este acuerdo se ejecutara, pero lo cierto es que se ha alargado hasta el 1 de julio de 2023.
Además, este retraso también se debe a las diferencias que ambas partes experimentaron a la hora de cerrar cuántos agentes serían necesarios para poder traspasar eficazmente la competencia de Tráfico. Tras llevar a cabo un estudio, el Gobierno navarro preveía que se necesitarían al menos 150 policías forales; no obstante, a día de hoy, en torno a 170 guardias civiles forman parte de la Agrupación de Tráfico de Navarra.
Asimismo, el Gobierno navarro ha previsto un proceso 'pasarela' para que aquellos guardias civiles que quieran pasar a la Policía Foral puedan hacerlo. Sin embargo, este proceso puede trabarse, dado que los abertzales de Bildu, aliados de Sánchez y Chivite, se niegan a que el cuerpo de policía foral esté formado por guardia civiles.
El líder de UPN, Javier Esparza, se pronunció en torno a este pacto entre el presidente del Gobierno de España y Bildu. Afirma que es partidario de que la Guardia Civil siga teniendo presencia en las carreteras navarras, dado que considera que este acuerdo no es una petición social, sino que se trata de una mera reclamación política.
Ante estas acusaciones, Chivite se defiende señalado que "es sin duda la legislatura en la que más se ha avanzado en autogobierno desde hace más de 25 años".
De todos modos, ambos son conscientes de que los navarros van a acudir a las urnas en mayo. Según los datos que una encuesta reciente de Sigma Dos facilitó a El Mundo, la gestión del Partido Socialista navarro conllevará una penalización en forma de votos. Los socialistas perderían en torno al 3,2% de los votos que obtuvo 2019 (es decir, pasar a contar con nueve diputados, dos menos de los que tiene en la actualidad). Tampoco saldrían bien parados los socios que invistieron a Chivite. Geroa Bai podría perder un escaño y Podemos dejaría de contar con dos escaños en el Parlamento foral para tener entre uno y ninguno.
No obstante, EH Bildu sí saldría ganando de los comicios de mayo. Los abertzales conseguirían ocho diputados, uno más de los que tiene en la actualidad.
Es cierto que probablemente el ganador de las elecciones autonómicas en Navarra será Javier Esparza (UPN), que se presentará en solitario tras la ruptura de la coalición Navarra Suma junto a Ciudadanos y el PP (que presenta a Javier García como candidato a la presidencia de Navarra). Estos últimos serán ahora rivales de Esparza, ya que, además, se espera que presenten una campaña electoral muy potente, tras incorporar a sus listas a Carlos García Adanero (que será candidato al Ayuntamiento de Pamplona) y Sergio Sayas, ambos expulsados de UPN por no seguir la disciplina de voto del partido.