Sinceramente, los que no dábamos un centavo por la Moción, o incluso la consideraban perjudicial, deberíamos pararnos a Reflexionar. Leyendo hoy una crónica de nuestro más egregio y conspicuo compañero Liberal de Liberales, Bernardo Rabassa, a quien muchos deberían escuchar y sería muy beneficioso que ocupára puestos de, al menos Consejero, en muchas instituciones, sacamos muchísimas conclusiones que cambiarán las prematuras y antepuestas opiniones. Todo un alarde de detalles de la Moción.
Personalmente opino que Tamames, estuvo más allá de la genialidad. Puso al Ínclito y a sus palmeros en su sitio, en el cubo de la más pestilente basura. Mientras se reían las incultas e ignorantes ministrillas y diputadas, y berreaban los Pachis, Rufianes y Baldovises. Ay, Baldoví, protector de proxenetas, uno de los más despreciables miembros de esa cámara, quizás peor que los bilduetarras. Las caras de Sánchez, muecas y cucamonas, y con móvil. Importándole una higa todo, desde Bernie a la Gámez. Desde Largo Caballero hasta la sedición y malversación, ley animal o el invento maldito de la cajera en gananciales.
Oír lo que son y lo que hacen desde una tribuna con edad, experiencia, transito por las políticas y otras materias relevantes, ha sido gratificante. Solo les quedó contestar con mítines agresivos, cafinitrina incluida.
Asco dan y se dan, es evidente y no lo reprimen. Pero… ¿Van a romper la coalición Bastarda? Eso jamás. Todavía tienen mucha estructura que demoler y Coreanizar a Sanchez un poco más para que les permita quedarse un rato, asaltar hasta las telarañas de las exhaustas cajas, rebañar lo poco de productivo y atorrarse bien forrados hasta que puedan volver, con nuevos experimentos, promesas y ocurrencias que los españoles les vuelvan a comprar. Y mientras incendiarán la calle por cualquier chuminada, después de aprobar la última ley de seguridad.
Entiendo que VOX y PP se distancien en estas elecciones, pero si no entienden que su destino es unirse como los malos, sin preguntas, para desalojar al chusmerio peligroso, y que no hay otra, o no habrá nada. Es la solución, aunque no doy nada por su consecución
Donde han dejado a este país, quien lo querrá gobernar, quien lo podrá gobernar.