Así, su reciente intervención en ‘El Hormiguero’, si se rasca mínimamente, es un buen ejemplo de la doble dimensión del candidato del centro-derecha: por lo que dice (y cómo), pero casi más por lo que deliberadamente calla o por las cuestiones absolutamente medulares en las que decide, calculadamente, no aterrizar.
En efecto, ante figuras como las de Trancas y Barrancas, y naturalmente ante el presentador del programa, se le vio como un líder solvente, sin dudas, con una cierta contundencia en sus argumentos pero -muy importante y tal vez decepcionante- sin capacidad ni en apariencia ganas de ‘entrar a matar’. Si así lo hubiese hecho o lo hiciese en las jornadas que restan ante el 23J: ¿alguien duda de que podría seguir escalando hasta besar la mayoría absoluta y neutralizar en gran medida el suelo bien alto sobre el que se acomodan Abascal y los integrantes de su lista en toda España?
Dicho en otras palabras: quien se presenta como indiscutible ganador de las próximas generales proyecta solvencia pero, ¿también las suficientes agallas para desmantelar la arquitectura legislatura levantada dolosamente hasta hoy por el bloque socialcomunista? ¿Se ha referido en algún momento Feijóo -o lo hará- al ‘pliego de cargos’ que deberían caer sobre la (sin entrar en detalles) nefasta gestión de Sánchez y sus morados socios? ¿Ha manifestado qué leyes no va a modificar sino, lisa y llanamente, a derogar? ¿Ha anunciado las medidas que adoptará en relación a los múltiples privilegios, mamandurrias varias e inacabables sinecuras que siguen tolerándose a los conocidos por buena parte de los españoles como ‘comegambas’, los inoperantes y obsoletos ‘sindicatos de clase’?
¿Alguien cree que, frente a estos actores, tan injusta y sobradamente nutridos presupuestariamente del sudor de la frente de los españoles, Feijoo actuará, por ejemplo, como ha hecho Vox en Castilla y León, donde se han dado pasos firmes e irreversibles para suprimir a cientos de delegados sindicales y se han recortado en más de 20 millones las subvenciones con las que los citados ‘comegambas’ venían siendo regados por inundación durante los últimos años, sin que nadie nunca levantase la voz para oponerse?
Malo sería, dado el actual estado de cosas en España (motivado por las concesiones de Sánchez a los asilvestrados separatistas y a los aficionados comunistas que le sustentan), que se frustrase la posibilidad real e inmediata de una alternativa, de un vuelco, de un revulsivo para un país entero. Pero más frustración aún soportaría como mínimo la mitad de la población de España si esa ventana de oportunidad no se abriese la noche del 23J por la insuficiente y amarga victoria de un candidato al que unos últimos coletazos, fútiles y timoratos… le impidiesen despegar.
Si (
No(
