Los precios al consumidor aumentaron un 4,64% interanual, frente al 4,79% de julio, ampliamente en línea con el 4,62% del consenso, aportando cierto alivio en cuanto a la correcta transmisión de la política monetaria que mantienen los tipos al 11,25% en agosto, por tercera decisión consecutiva. Las buenas noticias no se han limitado a la lectura general, sino que la inflación subyacente, que excluye artículos volátiles como combustible y alimentos. Esta disminuyó hasta el 6,08% en agosto, en comparación con el 6,12% estimado y el 6,64% del mes anterior. Si bien esta última aún se encuentra en niveles demasiado altos, la tendencia general se aproxima cada vez más a la banda objetivo del Banco del 3% +/- 1 punto porcentual de rango de tolerancia, donde no se sitúa desde febrero de 2021.
Si bien la dirección y el ritmo de la desinflación son los adecuados, tenemos razones para pensar que esto no será suficiente para inclinar la balanza dentro de la Junta de Gobierno de Banxico. Primero, porque durante la presentación del último informe de inflación del Banco, que sitúa la inflación en México para finales de 2023 en un 4,6% y en niveles cercanos al objetivo de 3% a partir del cuarto trimestre de 2024, la Gobernadora Victoria Rodriguez, señaló que desde Banxico permanecerán “vigilantes” a la evolución de las presiones inflacionistas para garantizar el correcto retorno al objetivo. Es por ello que, pese a que las previsiones de que esta tendencia continúe y sigamos viendo una desaceleración de la inflación general y subyacente, mantenemos que los riesgos de una decisión adelantada por parte de la Junta de Gobierno se inclinan a la baja. Segundo, porque dada la estrecha relación entre las economías estadounidense y mexicana y, en vistas a cómo esto se materializado durante buena parte del ciclo de endurecimiento en forma de un seguimiento casi impoluto de Banxico a la Reserva Federal, tenemos razones para pensar que esta tendencia se puede extender al ciclo de suavización monetaria en vista a los signos de mayor fortaleza relativa de ambas economías.
Habiendo alcanzado su tipo terminal el pasado 30 de marzo, los funcionarios del Banxico continúan advirtiendo que el camino hasta el inicio del ciclo de recortes sería algo más que un paseo corto, algo que sus sólidos fundamentales apoyan en vista a un posible temor de resurgimiento de presiones inflacionistas, sobre todo en la inflación de servicios, de cara a la última mitad del año. En este contexto, no esperamos que este año se produzca una relajación de la política monetaria este año, a menos que se acelere el ritmo de desinflación. Esta visión estaría en línea con analistas y operadores. En los mercados de tipos de interés no se descuentan actualmente recortes en el tipo oficial del Banco en los próximos 3 meses. Paralelamente, Citibanamex ha publicado esta semana la última encuesta de economistas, donde ahora no se espera la próxima bajada de tipos hasta febrero de 2024, mientras que antes la esperaban para diciembre de 2023.
En definitiva, este informe de inflación quizá no ha sido un factor determinante para las expectativas de Banxico. Pero si se han situado como un catalizador positivo para el MXN, que ha experimentado una leve apreciación tras casi una semana perdiendo territorio frente al dólar estadounidense. Si bien esta subida de cerca de un 3% del USDMXN en la última semana ha estado principalmente ligada al anuncio de la cancelación del programa de cobertura de MXN por parte de Banxico, este repunte del peso se ha sentido como un soplo de aire fresco. No obstante, mantenemos nuestra opinión de que, probablemente estemos siendo testigos de los primeros síntomas de enfriamiento del posicionamiento largo en MXN que llevamos viendo durante buena parte del año. En cualquier caso, nos mantenemos optimistas con respecto a la divisa mexicana, tanto por su cercanía a EE. UU. y en la posibilidad de que este hecho le aísle parcialmente del avance del riesgo global, como por sus sólidos fundamentales y la mayor duración del ciclo de endurecimiento monetario.
IPC m/m: 0,55% (est: 0,53%, ant: 0,48%)
IPC a/a: 4,64% (est: 4,62%, ant: 4,79%)
IPC subyacente m/m: 0,27% (est: 0,30%, ant: 0,39%)
IPC subyacente a/a: 6,08% (est: 6,12%, ant: 6,64%)