Participó en el último CPAC en Hungría, ¿cómo fue su experiencia y cuáles son sus conclusiones?
La verdad es que ha sido una experiencia muy interesante y constructiva, tanto por los temas tratados, como por el intercambio de ideas y comentarios sobre las situaciones concretas de los distintos países, la ampliación de mi red personal de conocidos entre colegas parlamentarios y asociaciones relacionadas con el mundo de los conservadores en todo el mundo.
Nosotros, los conservadores, estamos creciendo con entusiasmo en toda Europa, lo que demuestra que vamos por el buen camino y que el trabajo realizado hasta ahora está siendo reconocido por los votantes europeos.
El CPAC 2023 ha sido un excelente estímulo para seguir trabajando en la dirección emprendida hasta ahora, en interés del pueblo italiano, de los pueblos europeos y de todos los pueblos no europeos.
En la CPAC asistieron varias familias de partidos conservadores pertenecientes a diferentes grupos del Parlamento Europeo. Hay diferencias en algunos temas importantes, como la invasión rusa de Ucrania, pero ¿es más lo que les une que lo que les separa?
Indudablemente es mucho más lo que nos une. Evitamos siempre la homologación que nos quiere imponer el main stream globalista de izquierdas.
La diversidad de los pueblos europeos es crucial para reforzar el papel de Europa en el mundo y para los retos geopolíticos que nos esperan en los próximos años. Sólo una Europa consciente de sus orígenes, su historia y su cultura puede ser una Europa unida y fuerte, y puede garantizar la prosperidad y la paz para las generaciones futuras.
Las diferentes familias de partidos conservadores europeos trabajan juntas por una nueva Europa de los Pueblos, para unir a los Estados y a los pueblos de Europa y construir la Paz Global.
Debemos esforzarnos por trabajar cada vez más unidos en estos temas y la CPAC fue muy útil para conocernos y trabajar mejor juntos.
El presidente Silvio Berlusconi, en su última entrevista, se abrió a un acercamiento entre los conservadores y el Partido Popular. ¿Cree que esto es necesario y posible?
No es tan importante dónde uno se sitúe, en qué grupo o cómo sea catalogado. Creo que lo importante es compartir valores y trabajar juntos por el bien de nuestros pueblos en un camino compartido y en ello estamos.
Italia está gobernada por una coalición de centro-derecha formada por FdI, Lega y FI, tres partidos pertenecientes a tres grupos políticos diferentes del Parlamento Europeo. A pesar de ello, vemos un gobierno compacto y unido con una gobernanza exitosa.
¿Cuáles son las claves para lograrlo?
Como usted dice, el centro-derecha que gobierna en Italia es una coalición muy unida formada por tres partidos principales: Lega, Fratelli d'Italia y Forza Italia. Cada uno de estos tres partidos tiene su propia historia y cultura, cada uno mantiene sus diferencias, se dirige a su propio electorado, pero con principios fundamentales comunes.
Nosotros estamos por la promoción de la diversidad de los pueblos, estamos para dar voz a todos, cada uno hablando a su electorado, nos centramos en lo que nos une. Esto nos permitió ganar las elecciones generales italianas el pasado septiembre.
Se habla mucho del modelo conservador húngaro y polaco, ¿podemos hablar ya de un modelo italiano?
Así es, el modelo italiano es el modelo conservador moderado que gobierna Italia, que es el tercer país contribuyente neto con el aporte de unos 18.000 millones al año, y recibimos de vuelta unos 10.000 millones. Por supuesto, estamos a favor de la Unión Europea, de una Europa fuerte que respete las peculiaridades, tradiciones y costumbres de los pueblos europeos. Nuestras prioridades como gobierno están claras: promoción de la natalidad y la familia, lucha contra la inmigración ilegal y las mafias, detener una transición ecológica que nos conduce al suicidio, y políticas de crecimiento económico preocupadas por los ciudadanos y no por la ideología.
El Presidente Silvio Berlusconi nos dejó recientemente: en su opinión, ¿qué papel desempeñó en la política italiana y europea?
El Presidente Berlusconi consiguió poner a todo el mundo de acuerdo, mantener a todo el mundo en sintonía, tener un pensamiento para todos. Intentaremos humildemente continuar al menos una pequeña parte de su enorme obra.
Fue un gran político y un gran hombre, incluso sus adversarios no pueden dejar de reconocer su singularidad, su carácter revolucionario. El legado que deja no es económico, sino afectivo. Me gusta pensar que ha trabajado hasta 20 segundos antes del final, porque Silvio Berlusconi nunca se conformaba completamente con el trabajo realizado. Ese es su legado.