Volver a la rutina tras el verano puede ser devastador para muchas personas, que a pesar de haber descansado durante semanas sienten una gran tristeza y nostalgia por los momentos de evasión y disfrute que pudieron vivir con amigos o familiares durante el verano, haciendo turismo en una ciudad o pueblo, visitando la playa o simplemente realizando actividades divertidas de verano. Además, la bajada de temperaturas que se están viviendo en la península, junto con grandes lluvias también afecta al retorno al puesto de trabajo.
Estas sensaciones en muchas ocasiones impiden una buena concentración durante la jornada laboral y dificultan una óptima productividad durante las primeras semanas de septiembre, a esto se le conoce como “síndrome post-vacacional”. La realidad es que las “pilas” sí que están recargadas y el cuerpo descansado, pero es la sensación de nostalgia la que produce esta caída anímica. En este sentido puede haber muchas formas de intentar superar los efectos negativos del retorno de las vacaciones.
Con esta problemática en mente, Miguel Navarro, CEO de Productividad Feroz, la escuela online de mejora de los hábitos y la productividad propone una serie de consejos para enfrentar la vuelta al trabajo en septiembre y optimizar la jornada laboral:
Ponte en marcha. Aprovechar este nuevo periodo para empezar todo lo que hemos ido atrasando: hacer ejercicio, empezar a cuidar la alimentación, retomar esa afición que teníamos de lado. Septiembre no sólo representa la vuelta al trabajo, si no que puede ser como un “año nuevo” en el que marcar nuevos objetivos después de la procrastinación del verano y de la relajación.
Hacerse preguntas a uno mismo. Por qué tenemos que volver al trabajo, qué objetivos tenemos para sacar la máxima fuerza y ser productivos. Es importante recordar lo que nos motiva a la hora de trabajar, que puede ser un nuevo proyecto, un ascenso, el salario o incluso las próximas vacaciones.
Compromiso de 5 minutos. Comprometerse con uno mismo a ponerse a hacer algo solamente 5 minutos, cuando se empieza una tarea será mucho más fácil continuar. Cuando pasen esos primeros 5 minutos tendrás ganas de continuar con la tarea, ya sea algo del trabajo, o incluso empezar a hacer deporte.
Las dos fases. Si eres de ese tipo de personas, cuando te paralices pensando en la carga de trabajo que tienes, date unos minutos para pensar, 10 o 15, estructura un plan y a continuación pon en marcha la segunda fase y aplica todos tus pensamientos al trabajo, de esta forma puedes sacar tiempo para todo en lugar de simplemente perderlo.
Eliminar todas las acciones y hábitos que no son necesarios. Igual que hay que adquirir nuevos hábitos para mejorar la calidad de vida y la laboral, lo mismo sucede con el polo opuesto. Es necesario eliminar todas aquellas acciones que no nos aportan nada para centrarnos en lo absolutamente prioritario, de esta forma rendiremos mejor en el trabajo.
Tener clara una visión. Al volver de vacaciones la nostalgia nos puede, pero tenemos que enfocarnos en la visión y objetivo que queremos cumplir con nuestra vida profesional, de esta forma será mucho más fácil centrarse en esos objetivos a corto plazo que hay que cumplir para poder alcanzar aquellos que se darán a mayor plazo.
Proteger el tiempo. Muchas veces permitimos interrupciones que no nos podemos permitir, dedicamos tiempo a ayudar a los demás en lugar de enfocarnos en nuestros propios objetivos. Durante las primeras semanas de trabajo es necesario aterrizar, y primero cumplir los objetivos propios antes de enfocarnos en ayudar a los demás.
Desconectar. La vuelta a la realidad es dura y es necesario centrarse, pero si se hace demasiado pesado es positivo tomarse unos minutos para descansar la mente y distraerse, y así poder ser más productivos con las tareas cuando acabe ese tiempo de descanso.
Cambiar el lenguaje. Cambiar el “tengo que” por “quiero”. Levantarse del sofá para realizar una tarea compleja del trabajo tiene una connotación negativa, pero finalmente es una elección personal. Si lo que pensamos es “quiero terminar esto”, es una afirmación más positiva que va a reafirmarnos. Es imprescindible cuidar los pensamientos que dirigimos a nosotros mismos.
Planificar. Si revisamos con antelación las prioridades y las organizamos de forma racional, será mucho más fácil cumplir con los objetivos a corto plazo, aunque en ocasiones nos invadan sentimientos de tristeza por la vuelta al trabajo. La organización es clave para la vuelta a la rutina.
Aplicando estos consejos correctamente será mucho más fácil superar el bache de la vuelta al trabajo tras el verano.