El Reino Unido sigue avanzando hacia la posibilidad de recortar los tipos de interés, pero, como ha ocurrido en los dos últimos años, el proceso dista mucho de ser sencillo. La buena noticia es que el crecimiento salarial se está ralentizando a buen ritmo tras alcanzar su máximo el verano pasado y las tendencias a corto plazo son muy prometedoras. La mala noticia es que el mercado laboral sigue siendo muy tenso y sigue siendo muy incierto que el crecimiento salarial descienda pronto a un nivel compatible con una inflación del 2%. Además, la tasa de desempleo cayó al 3,8%, pero ya no es un indicador fiable. En un momento en el que al Banco de Inglaterra le gustaría tener una claridad absoluta sobre el mercado laboral, se ve obligado a reconstruir una serie de datos y encuestas para formarse un juicio. No es lo ideal cuando los bancos centrales de todo el mundo temen actuar demasiado pronto y arriesgarse a avivar de nuevo las presiones inflacionistas. Esta es la primera publicación económica importante para el Reino Unido esta semana, con la inflación mañana, el PIB el jueves y las ventas minoristas el viernes. En última instancia, los datos del IPC son los que más importan, pero sería útil que el crecimiento salarial siguiera bajando de aquí a la reunión de mayo, si esa va a ser la decisión en directo que muchos esperan. La libra está cotizando al alza tras la publicación de los datos, ya que se cree que los datos de hoy suponen un pequeño revés: el crecimiento salarial no cae tanto como se esperaba y el desempleo sigue bajando. No creo que el dato de hoy cambie mucho las cosas, el crecimiento salarial sigue enfriándose a un ritmo decente y los datos de los próximos dos meses son posiblemente más importantes. El Comité de Política Monetaria sólo dispondrá de datos hasta marzo para la reunión de mayo, lo que quizá explique por qué los mercados se inclinan actualmente por una bajada de tipos en verano.
El petróleo sigue subiendo
Los precios del petróleo han subido casi un 8% desde los mínimos de la semana pasada, pero siguen algo lejos del máximo alcanzado a finales de enero. El mercado sigue siendo muy volátil, con los acontecimientos de Oriente Medio creando riesgos al alza. Luego están la economía mundial y los tipos de interés, cuyas expectativas cambian constantemente. Las expectativas de tipos de interés se han reducido últimamente, pero los operadores siguen siendo optimistas sobre las perspectivas económicas. Por supuesto, cuanto más se retrasen las primeras bajadas de tipos, menos confianza habrá, lo que podría afectar a los precios del petróleo.
El oro, entrecortado a la espera del IPC de EE.UU.
Tras un comienzo de año bastante agitado, el oro se mantiene en la zona de fluctuación. El metal amarillo se ha mantenido por encima de los 2.000 dólares durante este tiempo, lo que sugiere que los operadores están comprometidos con la perspectiva de muchos recortes de tipos este año. Pero a falta de ese primer movimiento, o incluso de un indicio en ese sentido, no hemos visto una ruptura en ninguna dirección. Tal vez los datos del IPC de EE.UU. más tarde puedan inclinar la balanza.
Un hito psicológicamente importante
La venta masiva de bitcoins tras la aprobación del ETF no duró mucho y una ruptura por encima de los 50.000 dólares se considerará un hito importante en su recuperación. Han sido dos años difíciles, pero la aprobación del ETF ha sido un logro importante que ha ayudado a impulsar el precio al alza. Ahora muchos esperan que vaya viento en popa, quizá animados por la reducción a la mitad de la cotización en abril.
Craig Erlam, Analista de Mercado Senior, Reino Unido y EMEA, OANDA