En España no llegan, ni a las élites, los debates esencialistas ni radicales sobre nuestro futuro, el de los europeos, ocupados como estamos con la culminación impune del totalitarismo indecente separatista o con los exabruptos de nuestros ministrillos. Y no será en un breve billete en el que podamos abordar estos temas claves para nuestro futuro. Pero sí intentaremos aclarar, delimitar, una idea que sí se ha instalado y ha sido propalada por muchos políticos españoles. Esa idea sostiene, más o menos, que del resultado de las elecciones del 9 de junio pueda salir una potente ayuda desde las Instituciones europeas para sacarnos del marasmo político/social al que hemos llegado. Es cierto, y es importante, pero dentro de un orden y sin dejarse obnubilar por expectativas ilusas. La UE, en este momento, no puede impedir ya que España se haya convertido en una Confederación desigualitaria, ni que hayamos perdido totalmente la unidad de mercado interior (y bien que lo intentamos en mi época), ni que la “amnistía” sea constitucional, ni que el terrorismo en determinados taifas sea ahora ensalzado en vez de repudiado, etc… Eso seguiría siendo tarea nuestra, de los españoles, si es que aun hubiera algo que hacer.
Pero la UE actual sí puede, y debe, si se le exige, obligar a que en España se restaure el Estado de Derecho, se proteja los derechos fundamentales de los ciudadanos, como la libertad de expresión o el derecho a enseñanza pública en la koiné de su patria, o el respeto a las Leyes por parte de los distintos ejecutivos, o unos niveles mínimos de independencia judicial, etc… Es decir a lo que la UE puede ayudar es a apuntalar, incluso restaurar, algunos aspectos claves de nuestro funcionamiento democrático. Y la democracia son Leyes y procedimientos, por lo que hablamos de “resanar” nuestra democracia. Y sobre una mejor democracia, a lo mejor, los españoles podremos pensar en recuperar nuestros derechos civiles y mejorar algo cierta igualdad y solidaridad. Para que la UE , con los muchos problemas que tiene, se meta en el berenjenal jurídico de resanar nuestra democracia es necesario un numero crítico de europarlamentarios que se activen mucho, y que hagan que sus grupos políticos, sobre todo el PPE y Renew Europe, se activen mucho en desmontar las mentiras del Gobierno actual y de los grupos separatistas y en forzar intervenciones de todas las instituciones posibles para corregir los atentados contra nuestros derechos fundamentales y nuestros derechos civiles. Por eso es importante votar en las europeas y votar según las convicciones que uno tenga sobre Europa, y sobre España.