El consejero delegado de BBVA, Onur Genç, afirmó, en el contexto de la OPA sobre Banco Sabadell, que una entidad de mayor tamaño puede invertir más en tecnología, lo que le permite ofrecer mejores precios y servicios a sus clientes. Aunque en su comparecencia no mencionó la oferta a los accionistas del Sabadell, subrayó la importancia de la escala en el contexto actual y la inversión continua del grupo en tecnología. Jordi Solé Tuyá, director ejecutivo de Kreedit, realiza el siguiente análisis y valoración sobre las palabras del consejero delegado de BBVA.
“En las fusiones siempre se trata de justificar que se realizan por un bien general, pero el principal objetivo que se persigue es maximizar el beneficio de los accionistas de la entidad absorbente. En este caso, BBVA, con el ánimo de intentar ganarse a la sociedad, explica que ganar tamaño garantizará mejores precios para los clientes”.
“Pero eso es mentira, porque precisamente uno de los motivos que justifican una fusión es que la empresa resultante obtenga mayores beneficios y mayor margen. Una de las fórmulas para conseguirlo es subiendo los precios a sus clientes, lo cual se puede lograr más fácilmente si hay pocos operadores en el mercado”.
“Cuando hay muchos operadores en el mercado, en cualquier industria, hay competencia, los precios bajan y el consumidor final se beneficia. Pero cuando ocurre lo contrario, en una industria en que se concentra y disminuye el número de operadores, también disminuye la competencia y el consumidor final sale perjudicado”
“Esto siempre es así y siempre se constata a posteriori. Solo hace falta ver cómo la ya reducida competencia en el sector bancario español ha provocado que la remuneración de los depósitos sea una de las más bajas de Europa”.
“Las entidades que planean la fusión intentan hacer creer que es en beneficio de todos. Pero, habitualmente, ninguna empresa lleva a cabo una operación de este tipo pensando en el beneficio de la sociedad en general sino únicamente en el beneficio de sus accionistas”.