Planificación y organización del tiempo
“Una de las principales fuentes de estrés al volver a la rutina es la sensación de no tener suficiente tiempo para cumplir con todas las obligaciones” explican de forma clara desde Psicología Amorebieta, quienes llevan años ofreciendo una efectiva terapia manejo del estres en Bilbao.
Planificar y organizar las tareas diarias y semanales puede ayudar a reducir esta carga y nada mejor que usar herramientas como agendas, calendarios o aplicaciones de organización para priorizar las actividades, establecer metas realistas y asignar tiempos específicos para cada tarea.
Practicar de ejercicios de respiración y relajación a diario
Los ejercicios de respiración profunda y las técnicas de relajación, como la meditación o el mindfulness, son herramientas efectivas para reducir el estrés y se pueden desarrollar a diario en casa. Dedicar solo unos minutos al día a respirar profundamente o meditar puede calmar la mente, mejorar la concentración y disminuir los niveles de ansiedad. Estos ejercicios no solo ayudan en el momento, sino que, practicados de forma regular, pueden contribuir a una mayor resiliencia frente al estrés.
Ejercicio físico regular
El ejercicio es una de las mejores formas de combatir el estrés y romper, además, con el sedentarismo. Se ha demostrado que libera endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad, que mejoran el estado de ánimo y eso es uno de los pilares para dejar a lado los agobios. No es necesario realizar entrenamientos intensos; actividades como caminar, practicar yoga o nadar son excelentes opciones cuando se crean como rutina.
Establecer límites y aprender a decir “no”
Establecer límites y aprender a decir “no” a actividades o compromisos que no son esenciales, que no apetecen o que suponen un sobreesfuerzo es fundamental para proteger el tiempo y energía. Se trata de priorizar el bienestar y dedicar tiempo para uno mismo.
Alimentación equilibrada y buen descanso
Una dieta equilibrada y un buen descanso son esenciales para manejar el estrés. Los expertos recomiendan evitar el consumo excesivo de cafeína y azúcares, ya que pueden aumentar la ansiedad y no aportan nada positivo. Además, procurar dormir entre 7 y 8 horas diarias es recomendable para que cuerpo y mente puedan recuperarse adecuadamente.