El surtido ibérico, compuesto por una selección de embutidos y productos derivados del cerdo ibérico como jamón, lomo, chorizo y salchichón, representa una auténtica joya de la gastronomía española. Estos productos son valorados por su sabor, su proceso de elaboración artesanal y su calidad excepcional.
Entre los motivos que han hecho que este producto pase a considerarse el regalo perfecto destacan tres conceptos:
1. Calidad y tradición: especialmente aquellos gourmet procedentes del cerdo de bellota, cuentan con una reputación internacional gracias a su sabor refinado y a la tradición centenaria en su producción. Ofrecerlos es regalar una parte de la rica cultura gastronómica de España.
2. Variedad y personalización: LDesde jamones ibéricos de bellota hasta embutidos como chorizo, lomo y salchichón, se pueden personalizar los lotes según las preferencias del destinatario. Además, suelen incluir quesos, aceites de oliva virgen extra y otros productos gourmet, lo que los convierte en un regalo completo y sofisticado.
3. Un regalo que se comparte: son perfectos para degustar en reuniones familiares o entre amigos, lo que los convierte en un regalo que fomenta el disfrute colectivo.
Lo cierto es que, pese a que tradicionalmente las cajas de embutidos de regalo se han regalado en el entorno empresarial como un símbolo de aprecio y agradecimiento hacia empleados, clientes y colaboradores, cada vez son más los que apuestan por ellos para agasajar a amigos o familiares en momentos especiales.
“Se percibe como un regalo lujoso, pero a la vez accesible, lo que lo convierte en un detalle adecuado para diferentes niveles jerárquicos dentro de una organización, desde directivos hasta empleados y también en el ámbito privado. Al ser productos que pueden disfrutarse en familia, añade un valor emocional a algo que, tradicionalmente, ha supuesto un gozo para el consumidor” explican desde Anabel Ibéricos.