La crisis comenzó con un plan de enormes infraestructuras que se inició en 2015, poco después del golpe de Estado que llevó al poder al general Abdelfatah El-Sisi. El objetivo principal era reactivar la economía.
La pieza central del plan es la construcción de una capital administrativa a 50 kilómetros de El Cairo. La ciudad, ya cuenta con el edificio más alto de África, la Torre Iconic que mide 396 metros, con 77 plantas. La nueva capital también alberga una de las mezquitas más grandes de África y un enorme estadio.
El plan es que llegue a tener 6,5 millones de habitantes. Catorce ministerios y entidades gubernamentales y 48.000 funcionarios ya trabajan en la nueva capital. La idea principal es descongestionar la actual capital egipcia. El Cairo, tiene unos 23 millones de habitantes y su población sigue aumentando.
Los costes de la nueva capital se han disparado. La ola inflacionaria post-covid y el aumento de precios del petróleo tras la invasión rusa de Ucrania no han ayudado. El presupuesto habría sido estimado en 58.000 millones de dólares según la CNN, pero la ciudad está lejos de completarse. Lo gastado hasta ahora ha supuesto el 16% del PIB, no sería ninguna locura que el total acabara superando el 25%.
El gobierno egipcio busca ingresos. Emiratos Árabes Unidos ha pagado 32.100 millones de euros por el proyecto de Ras El-Hikma, una península de 170 millones de metros cuadrados cerca de Alejandría. La idea es convertir ese territorio en un paraíso para los turistas levantando residencias, lugares de ocio y atracciones turísticas. De todo lo que genere este gran proyecto turístico, los emiratíes se llevarán el 65% de los beneficios. Se espera que la nueva ciudad atraiga a 8 millones de turistas a Egipto.
Desde Washington Institute, explican que esta operación "ayudará a aliviar la crisis financiera de Egipto e inyectará dólares muy necesarios en la economía en el corto plazo, que ha sufrido una inflación récord y una crisis monetaria".
Yasser Elsheshtawy, profesor de la universidad de Columbia, explicaba en un informe que "La inyección de miles de millones de dólares en efectivo emiratí es esencialmente un rescate del gobierno del presidente Abdel Fattah al-Sisi, que ha llevado a Egipto a la bancarrota con una serie de megaproyectos costosos e innecesarios", con la "locura" de la nueva capital a la cabeza.
El mismo gobierno de Egipto ha confirmado que está en negociaciones con Arabia Saudí para un proyecto similar en Ras Gamila, una localidad a orillas del Mar Rojo, que el gigante petrolero quiere convertir en un gran resort de vacaciones. Se estima que el plan podría suponer la inyección de 15.000 millones de dólares en las arcas de El Cairo.
Esta región se encuentra en una zona donde Egipto transfirió la soberanía de dos islas, Tirán y Sanafir, precisamente a Arabia Saudí. Según New Arab, el país de los faraones estaría explorando vender más tierras para proyectos turísticos sin ceder la soberanía. Egipto obtuvo 5.600 millones de dólares de la venta parcial o total de participaciones en 14 empresas estatales y se espera que en línea con lo pactado con el FMI, se sigan realizando estas operaciones para conseguir flujos de moneda extranjera.
Desde Scope Ratings explicaban en su último informe que las finanzas de Egipto "siguen siendo muy vulnerables a choques externos".
La inflación está retrocediendo. En el año 2024 acabo en un 33,6% y se espera que en el año 2025 se situé en el 19,8% y en el 10,3% en 2026 y el PIB que fue del 2,6% en 2024, se estima que sea del 4% en 2025 y 4,7 en 2026 según BNP Paribas.
El Banco Mundial, espera que el crecimiento de la economía egipcia siga recuperándose, con una tasa de crecimiento del PIB que llegará al 3.5 por ciento y el 4.2 por ciento en 2025 y 2026, respectivamente, frente al 2.5 por ciento en 2024. El consumo privado, se espera que crezca un 4.8 por ciento en 2025, frente al 4.6 por ciento en 2024.
Los turistas solo conocen una parte de la realidad egipcia, pero no es la única.