Lo llevaría preparando días, quizás semanas, son demasiados los indicios legales y las inmundicias sociales, que permiten a cualquier espectador, pero sobre todo a cualquier Juez togado y letrado, llevar adelante una actuación como esta. España la estaba necesitando, no toda España, pero sí una amplia mayoría. La otra, esa que todavía cree en el psicópata que hablaba en Sevilla a la misma hora que el delincuente era conducido hacia su nueva celda, la ciudad en la que Amparo Rubiales pedía expulsar a Felipe González del Partido Socialista, es la misma que abdicará sin reparos negando hasta tres veces su nombre antes de que cante el gallo al amanecer. Que escándalo, que suplicio, que martirio, pero que epopeya final estamos a punto de vivir.
Dos años de Legislatura fallida, dos años de mentiras y de concesiones inmorales. Dos años de metamorfosis socialista y de trampantojo social. Dos años desde que un 23 de Julio se nos heló la sangre viendo unos resultados imposibles dos días antes y sin haber un 14 M de por medio. El socialismo lo había vuelto hacer, esta vez con más tacto si cabe. Sólo unos cuantos pusimos en duda el mecanismo utilizado para tan opaca victoria. Nos crucificaron. Hoy sabemos que el narcisista trufó hasta sus primarias del 2014 y son decenas de cargos los que, por fin, dudan de la limpieza laboral de Indra y Correos, dos de las tantas administraciones fagotizadas por el sanchismo. A sus ex, Murtra y Serrano, los han premiado con la presidencia de Telefónica al primero, la empresa que mejor funcionaba en España, y desembarcando en un grupo madrileño especializado en el desarrollo tecnológico al segundo, a pesar de haber dejado una deuda de 1.000 millones en Correos.
Un gobierno que no gobierna, que no tiene presupuestos, que aprueba indultos y amnistías como el que regala piruletas en el patio de un colegio, que suelta a los terroristas que asesinaron a sus compañeros. Con la familia, el partido y el gobierno acorralados por casos de corrupción. Con la justicia, los medios de comunicación, las fuerzas y cuerpos de seguridad y hasta la sanidad, enfrentados y asqueados. Con una deuda que se acerca a los 2 Billones con B de euros, a pesar de haber logrado una recaudación fiscal récord. ¿Te imaginas lo que pasará en breve con la economía desacelerando, recaudando menos pero con el mismo nivel de prebendas, cortijos, chiringuitos, paguitas, subsidios y el berenjenal que estos descerebrados han tejido?.
Nos quedaba la UCO, algunos jueces y algunos medios. Suficiente. Hay margen para seguir confiando. Pero hay que seguir. Enviar a Santos Cerdán a la cárcel es un primer paso. En una democracia normal hoy dimitiría el Gobierno en pleno, pero lo de Sánchez y su tropa no es normal. Acaba de entrar en la cárcel el que hasta hace dos semanas era el Secretario de Organización del partido que gobierna España, uno de los cuatro que recorrieron el país para hacer secretario general a Pedro Sánchez, el mismo que se desplazaba a Suiza para negociar la amnistía con el prófugo de la justicia... ¿y?, ¿ha dimitido nuestro presidente?. Todavía escucharemos que él no conocía a “esa persona”, como ahora le llama MariChus Montero, la que ponía las manos en el fuego por él.
¿El recambio de Santos?. La inmoralidad no toca suelo en el PSOE. Zapatero se ha reunido este fin de semana con Puigdemont, Nogueras y Turull, el mismo que confirmó haber redactado la ley de amnistía, en Suiza. ¿Para qué?. Supongo que para decirle que Conde Pumpido ya ha cumplido, que ahora es él quien tiene que aprobarles los presupuestos. Bolaños, el siguiente en la lista de saltadores sin paracaídas que se aproxima al borde del abismo, ha agradecido el gesto de Zapatero y le ha premiado con la Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort, que nunca recae en un político y menos sin ser una figura jurídica destacada. Pero estos son así.
Santos Cerdán en la cárcel. Koldos y Ábalos en la antesala, Zapatero acelerando todo, Bolaños premiándole, y los indepes corriendo para ver que más pueden saquear. Huele mal, muy mal. Pero lo inaudito sigue anidando en el mismo resquicio, 111 diputados sacaría hoy el Psoe si hubieran elecciones. Ni Iker Jiménez es capaz de explicar este dato. Lo paranormal ha echado raíces. Son muchos los paniaguados que viven de la sopaboba y poner el cazo, lo sabemos, ¿pero tantos?. Mientras sigan habiendo 6 millones de españoles capaces de votar esta escoria política, nos mereceremos lo que nos pase. Disfruten lo votado.
Si (
No(
